4 de enero y Albert Camus

 

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Hoy se cumplen 56 años del fallecimiento de Albert Camus. Fue el 4 de enero de 1960 tras estrellarse su coche contra un árbol en Villeblevin (Francia). Premio Nobel de Literatura en 1957, novelista y dramaturgo, autor de obras literarias que se han convertido en clásicos, Camus, además de uno de los grandes intelectuales de la cultura europea nunca ocultó la importancia que el fútbol tuvo en su vida, una relación perfectamente reflejada en una de sus afirmaciones más conocidas:

“Porque, después de muchos años en que el mundo me ha permitido variadas experiencias, lo que más sé, a la larga, acerca de la moral y de las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol”.

Sobre la relación entre Albert Camus y el fútbol existe abundante información. Él mismo escribió un artículo cuyo título es «Lo que le debo al fútbol«.  También encontraréis un extenso artículo en el libro «Los Nobel del Fútbol«, de Jorge Omar Pérez y publicado por Meteora. Una parte del artículo fue publicada en el diario El Mundo Deportivo en una sección con el mismo título.

En el capítulo del libro dedicado al escritor se recoge una anécdota que refleja que la pasión de Camus por el fútbol ya venía desde su infancia y que explica en parte los orígenes de su posición de guardameta:

«Nacido en el seno de una familia muy pobre, sin conocer a su padre muerto en la guerra de 1914, con una madre de ascendencia menorquina, analfabeta y casi muda, y una abuela que lo sometía a severos castigos, Albert Camus desde niño no tuvo otra opción cuando jugaba al fútbol que la de ser guardameta. Su abuela le controlaba la suela de los zapatos a diario para comprobar el estado de los mismos y a la menor raspadura el pequeño Camus recibía una buena tunda de latigazos. Este hecho, con el tiempo, convirtió a Albert Camus en uno de los mejores guardametas de contención, ya que aguantaba el disparo del delantero sin moverse de su sitio hasta el último segundo. Clavado en la hierba y sin inmutarse, sorprendía a los delanteros rivales por su sangre fría.» 

Albert Camus - Los nobel del fútbol

Para acabar, un fragmento de una de las obras cumbre de la literatura, «La Peste«, en el que se incluye una referencia al fútbol, una muestra más de la importancia que para el escritor tuvo este deporte.

“El cielo estaba cubierto a medias, y González, mirando hacia arriba, comentó que este tiempo, ni lluvioso ni caluroso, era el más favorable para un buen partido. Empezó a evocar a su modo el olor de la embrocación de los vestuarios, las tribunas atestadas, las camisetas de colores vivos sobre el terreno amarillento, las limonadas de la primavera y las gaseosas del verano que pican en la garganta reseca con mil agujar refrescantes. Tarrou notó también que durante todo el trayecto a través de las calles del barrio, llenas de baches, el jugador no dejaba de dar patadas a todas las piedras que encontraba. Procuraba lanzarlas bien dirigidas a las bocas de las alcantarillas y si acertaba decía: “Uno a cero”. Cuando terminaba un cigarro, escupía la colilla hacia delante e intentaba darle con el pie. Cerca ya del estadio, unos niños que estaban jugando tiraron una pelota hacia el grupo que pasaba y González se apresuró a devolverla con precisión”.

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