«¡Mirad! ¡Aquel es Joy Baxter! ¿Creés que después de lo ocurrido volverá a ser el de antes? Yo creo que no. El fútbol se ha terminado para él…»
En la década de los 80, el mundo de la novela de kiosco y los bolsilibros ya había entrado en decadencia. Tras un importante número de años ocupando cierto protagonismo como propuesta de ocio, la irrupción de la televisión a partir de la década de los sesenta modificó en gran medida los hábitos de consumo de la sociedad de la época. Aún así, en 1982, seguramente para aprovechar la llegada del Mundial de Fútbol, la Editorial Bruguera, una de las más importantes, además de creadora del término bolsilibro, lanzó al mercado una colección bajo el título de Doble Juego integrada por 87 títulos de temática deportiva. Los diversos volúmenes, encargados a diferentes y reconocidos autores del mundo de la novela de kiosco, vinculaban el género policiaco y de intriga con un trasfondo deportivo, que incluía fútbol, baloncesto, automovilismo, ciclismo, boxeo, o ajedrez entre otros.
Uno de aquellos volúmenes llevaba por título Drogas y gol. Correspondía al número 9 de la colección, y estaba firmado por Alan Parker, posible pseudónimo de Carlos Echevarría Alonso. La historia, en este caso, se aleja de las típicas de intriga, y aunque introduce elementos como el mundo de las drogas, tiene un trasfondo más relacionado con la caída en desgracia de un deportista de éxito. Es es el caso de Joy Baxter, el protagonista de la novela, un futbolista que destaca en el equipo de su pueblo, en segunda división, siendo fichado por un equipo londinense de primera.
A partir de aquí, Joy experimentará un cambio absoluto de vida, pasando de la modestia y humildad de su ciudad natal a los lujos y fastos de la capital. Allí establecerá contacto con el mundo de los burdeles de lujo, hasta terminar completamente enamorado de una francesa que oculta un peligroso secreto: su adicción a la heroína. Durante un tiempo, el rendimiento de Joy será magnífico, el que todos esperan de un jugador con su potencial. Pero, a partir de determinado momento, Joy se verá arrastrado por la vida de su amada, llevándolo hasta las puertas de arruinar su carrera.
Una entretenida novela que, como decía, centra todo su interés en el apartado humano del deportista, sin que falten la correspondiente dosis de intriga.
«-No les hagas caso. Joy, todo tu problema se arreglará en cuanto marques el primer gol. ¡Tienes que marcar un gol, muchacho! Es el mejor remedio».


