«El misterio de la lluvia de meteoritos», núm. 9 de «Los Futbolísimos», de Roberto Santiago y Enrique Lorenzo. SM Ediciones

 

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Verano de 2016. Francia. Fútbol. Goles. Emoción. No hay duda. Me estoy refiriendo a … ¿A la Eurocopa? No hombre, no. Me refiero a “El misterio de la lluvia de meteoritos”, el número 9 de la serie “Los futbolísimos”, con mucha más emoción, aventura y buen juego que en muchos campeonatos.

Pues sí. El último número de la serie los Futbolísimos está ambientado en París, en el parque Disneyland, para ser más exactos, hasta donde se ha desplazado todo el equipo. Además, debido al alto coste económico del viaje, tan solo ha podido ir Alicia, entrenadora junto con Felipe del equipo, y una representación de las familias. Tres madres en concreto. O, mejor dicho, uno de los grupos de música más revolucionarios de todos los tiempos y la última sensación de Europa: las Queen de Fuencarral.

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El viaje a Francia se complicará por ciertos fenómenos meteorológicos, como una invasión de cenizas volcánicas sobre el cielo de Europa, lo que provocará ciertas alteraciones en los desplazamientos de los aviones. La estancia de los Futbolísimos en París coincide el estreno de una de las atracciones más espectaculares del momento, la “Lluvia de meteoritos”, para la inauguración de la cual está prevista la celebración de un partido de fútbol entre la selección infantil de Francia y la de Brasil, un acontecimiento futbolístico de primer orden que será retransmitido a todo el mundo.

– Hoy noche, gran partido entre Francia y Brasil, tout le monde le sait: son dos selecciones que más mundiales infantiles ganan en toda historia –dijo él sonriendo-. Para inaugurar nueva atracción de parque: la Pluie de Météorites, la lluvia de meteoritos.

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En la selección francesa juega un viejo conocido de los Futbolísimos con quien tendrán oportunidad de cruzarse. Se trata de Luccien, el mejor jugador infantil del mundo, y con quien ya habían coincidido en el número 2 de la serie: “El misterio de los siete goles en propia puerta”.

Pero el partido entre Francia y Brasil, como consecuencia de la nube volcánica sobre el cielo europeo, verá obligado a modificar su cartel, ante la imposibilidad de que los brasileños lleguen hasta Francia en el momento previsto. ¿Y qué equipo será quien los sustituya? Os lo podéis imaginar.

– Hemos oír hablar mucho de vosotros –dijo Andrè Baignon-. Luccien cuenta que sois equipo mucho bueno y ganar torneo internacional.

– Sí, bueno, yo metí el gol decisivo-, dijo Toni, haciéndose el chulito como de costumbre.

– Formidable! Vour ètes magnifiques! –siguió el hombre, mientras se tocaba el bigote-. Nosotros tenemos propuesta que hacer a vosotros.

A partir de aquí… ya sabéis: no os perdáis esta nueva entrega de “Los futbolísimos”. Una nueva aventura llena de emoción, misterio y con una intriga llena de suspense por resolver. Porque el partido va asociado a un trofeo. El trofeo es una copa. Y la copa… ¿dónde está la copa?

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Y todo ello con los ingredientes habituales, como por ejemplo la historia de Pakete y Helena con H.

MÁS INFORMACIÓN

En este enlace encontraréis una entrevista con Roberto Santiago, el autor de la serie, en la que habla del gran éxito conseguido por «Los futbolísimos«.

ENLACES A LOS NÚMEROS ANTERIORES

  1. El misterio de los árbitros dormidos
  2. El misterio de los siete goles en propia puerta
  3. El misterio del portero fantasma
  4. El misterio del ojo de halcón
  5. El misterio del robo imposible
  6. El misterio del castillo embrujado
  7. El misterio del penalti invisible
  8. El misterio del Circo del Fuego

Y aquí tenéis el booktráiler del libro:

«Gol o penalti», una nueva colección de libros ilustrados

 

«Gol o penalti» es una interesante iniciativa de micromecenazgo a través de Verkami en la que todavía estáis a tiempo de colaborar. Tal y como explican en la descripción del proyecto, se trata de una «colección de 11 libros ilustrados con historias reales de fútbol, pero no sólo. Historias de un fútbol diferente, alejado de la industria, de la violencia, del insulto. Un fútbol cercano al barrio, al parque, al patio del colegio«.

La colección está dirigida principalmente a un público infantil, pero tal y como explican sus promotores «creemos que, al contar historias de varias generaciones, pueden ser libros para compartir en familia«.

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El primer libro de la colección lleva por título «El Loco Higuita y El Escorpión», y en él se «cuenta la historia de René Higuita, un peculiar portero que inventó una jugada que tenía una única finalidad: arrancar una sonrisa al público. Bueno, y alguna que otra taquicardia a sus compañeros«.

En la página del proyecto tenéis toda la información sobre la iniciativa.

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Más información aún en los siguientes enlaces:

Facebook de Gol o Penalti

Entrevista en Radio Marca

bookolia Editorial

 

Y un avance del libro haciendo clic aquí.

CARACTERÍSTICAS DEL LIBRO

48 PÁGINAS
2/2 tintas sobre papel Cyclus Offset de 150 grs.
4/0 tintas sobre Couche Semimate de 350 grs.
FORMATO: 15x21cm
PLASTIFICADO: Barniz máquina portada
ENCUADERNACIÓN: Cosido con hilo más cortesía
MANIPULADO: Puntas en cabeza y pie redondeadas.

 

AUTORES

Somos Jaime y Cate, padre y madre de Marco, un niño de 8 años enamorado del fútbol. Jaime de pequeño quería ser futbolista, pero a pesar de su portentosa zurda el Real Madrid no se fijó nunca en él . Así que acabó estudiando comunicación audiovisual y trabaja como cámara y montador de documentales y televisión. Cate de pequeña no quería ser futbolista pero en el 82 tenía seis años y se tiró una tarde entera pintando las pancartas de todo el barrio. Es italiana y ese año los «espaguetis» ganaron el mundial. Todavía sigue pintando «pancartas»: es diseñadora e ilustradora y, de vez en cuando, incluso le pagan por ello.

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17 de junio y el «no gol» de Pelé en el Mundial de 1970

Hoy, 17 de junio, se cumplen 46 años de una de las jugadas más míticas y recordadas de la historia del fútbol. Sucedió en el partido de semifinales del Mundial de 1970 que se disputó en México que enfrentó a Brasil y a Uruguay. Un encuentro que finalizó con el resultado de 3 a 1 a favor de los cariocas, lo que les permitió «vengarse» del maracanazo de unos años antes.

Aquel fue el mundial de Pelé. Y en aquel partido se produjo un «no gol» a cargo de Pelé que ha sido más recordado que muchos otros de los goles marcados en los mundiales.

«El regate» de Sérgio Rodrigues (Anagrama, 2014) es una novela que además de poner el listón de la literatura sobre fútbol muy alto, otorga un gran protagonismo a la jugada de Pelé.

Lo que ves en la imagen liberada por última vez, la definitiva, es lo siguiente: mientras el tal Ancheta que iba a perder el tren se desploma en el césped, la pelota chutada por Pelé pasa rozando el poste derecho de Uruguay. Saque de meta, hecho consumado, el crack de cracks sale chupando un hielo que recogió por ahí con expresión levemente contrariada pero serena.

El viejo detiene el video. Coloca el control remoto en el brazo del sofá, te mira a los ojos otra vez y dice, lo que pasó aquí, Neto, fue simple: Pelé desafió a Dios y perdió. Imagínate que no hubiera perdido. Si no hubiera perdido, la humanidad nunca más habría dormido tranquila. Pelé desafió a Dios y perdió, pero qué desafío soberbio. Ese gol que no hizo no es sólo el mayor momento de la historia de Pelé, es también el mayor momento de la historia del fútbol. ¿Entiendes eso? ¿La intervención de lo sobrenatural, el relámpago de eternidad que cayó a la izquierda de las cabinas de radio y televisión del simpático estadio Jalisco, el 17 de junio de 1970? Puedo asegurarte que eso fue lo que sucedió, yo estaba allí y lo sé, y si fue algo más no me sorprendería, pero, como mínimo, eso fue lo que sucedió y lo que la cinta de video nos permite ver y rever para siempre, ¿entendiste? Una cosa tremenda, Tiziu.

 

Y aquí tenéis la jugada:

 

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«A boca de canó», de Manel Àlamo. Ediciones Bromera

 

Ya he comentado en más de una ocasión que la relación entre fútbol y literatura es, afortunadamente, cada vez más fructífera, yendo en aumento la producción de libros de este tipo. Entre todas las obras que se publican, sin embargo, podemos identificar dos grupos de destinatarios claramente mayoritarios. Se trata, por un lado, del público adulto. Y por otro, del público infantil. Tanto uno como otro han visto como el número de obras de temática futbolera que se publican ha ido creciendo, teniendo a su disposición un considerable catálogo de títulos entre los que escoger.

Pero, ¿qué ocurre con el público juvenil? ¿Existe literatura futbolera destinada a los jóvenes, a aquellos lectores que no son ni niños ni adultos?

Pues sí. Aunque no sea especialmente abundante, las obras literarias en las que el fútbol tiene un importante papel también existen. Es el caso de “A boca de canó” (“A bocajarro”), un ejemplo de novela juvenil que es, a la vez, una gran historia en la que fútbol y literatura hacen una magnífica pareja.

Escrita por Manel Àlamo y publicada por la editorial Bromera, “A boca de canó” es una de aquellas historias que te atrapan ya desde el inicio, con personajes muy cercanos y entrañables, y que te dejan un gran sabor de boca en cuanto la acabas.

Una de las frases que podemos leer en la web de Bromera en relación con la novela es la siguiente:

«Una història agredolça, on l’esport no sols és un joc, sinó també una oportunitat vita

(“Una historia agridulce, en la que el deporte no es solo un juego, sino también una oportunidad vital”)

Y es que, tal y como explica el propio autor en su blog, nos encontramos ante la historia de dos personajes:

Vera, una joven de 16 años que no ha tenido demasiada fortuna en la vida y con una enorme facilidad para meterse en problemas, y Ángel, un viejo conflictivo cuyo estilo de vida no tendría el consentimiento de ningún médico. Ambos, sin embargo, comparten una ilusión: el fútbol. Será precisamente el deporte de la pelota el que conseguirá extraer lo mejor de ellos”.

Y añade:

Estoy convencido de que atrapará a muchos aficionados al fútbol. Pero también estoy convencido de que atrapará a todos aquellos que tienen preferencia por otros deportes o que, simplemente, no tienen preferencia por ningún deporte. Porque, como en la vida, el deporte es solo una parte, pero no la esencial”.

Imagen de www.manelalamo.blogspot.com

Ciertamente, se trata de una obra que siendo futbolera podría haber estado protagonizada por cualquier otro deporte. Porque el fútbol, en este caso, actúa como llave maestra que ofrecerá otra oportunidad a dos vidas casi desahuciadas, a la existencia de dos perdedores que deambulan dando tumbos y de problema en problema.

SINOPSIS

Vera estudia tercero de ESO y su vida es un caos, por no hablar de los estudios… No conoce a su padre y la adicción a las drogas de su madre no le ayuda a centrarse, pero las cosas comienzan a cambiar cuando entra en el Athletic Túria Juvenil. En este equipo de fútbol femenino conocerá a Àngel Sabater, el entrenador. Se trata de un antiguo jugador del Valencia –una joven promesa que se lesionó gravemente y quedó excluído del fútbol profesional– convertido ahora en un fumador empedernino, borracho y conflictivo.

En el terreno personal, ambos luchan contra un panorama bien complicado, pero en lo que respecta al deporte, tienen un claro objetivo: ganar el campeonato de España femenino. Y no se trata solo de fútbol, el campeonato podría ser una gran oportunidad…

Vera y Ángel son la demostración de que en la vida se puede caer, siendo a veces las caídas muy dolorosas. Pero también se presentan posibilidades para levantarse y seguir caminando. Aunque cuando parezca que todo está perdido, que existe un cierto fatalismo en nuestro destino, siempre queda alguna puerta por abrir y desde la que acceder al camino que nos permita reconducir nuestra vida. El fútbol, en esta novela, es esa puerta. Pero, sobre todo, lo es el encuentro de los protagonistas gracias al fútbol.

Vera també va començar a plorar.

– Pe… pe… però jo també sóc una desgraciada… Tot m’ix al revés… M’he criat sense pare… Ma mare… Ma mare també se’n va anar… I després… després… La tia… L’oncle…

Vera comenzó a llorar también.

– Pe… pe… pero yo también soy una desgraciada… Todo me sale al revés… Me he criado sin padre… Mi madre… Mi madre también se fue… Y después… después… Mi tía… El tío…

A sus 16 años, Vera es ya una derrotada y una convencida de que su vida está ya escrita, destinada al fracaso, como sucedió con su madre, una drogadicta que acaba muriendo en plena juventud de su hija. Y algo similar sucede con Àngel Sabater, quien llegó a tocar la gloria futbolística al debutar en primera división con el Valencia pero a quien el destino, en forma de irrecuperable lesión de rodilla, lo hizo caer hasta el infierno. Dos perdedores que, sin embargo, se aferrarán a la oportunidad que el fútbol les ofrecerá y que acabará por transformar por completo sus vidas.

En esta historia el fútbol del que se habla no es el de las grandes estrellas ni el de los grandes estadios. Es el fútbol femenino, ese gran olvidado en el que nadie se fija y del que casi nadie habla, convirtiéndose la novela, en este sentido, en toda una reivindicación de su existencia.

Precisamente, la historia transcurre durante el año 2010, justo aquel en el que la selección española de fútbol ganó el Mundial de Sudáfrica, en una clara contraposición a la repercusión que el fútbol femenino tiene (ninguna, apenas unas líneas de vez en cuando en los diarios) frente a los fastos del masculino. Mientras todos los focos se sitúan sobre un equipo, la vida, el mundo del fútbol, también late en la periferia del universo fútbol.

 

Imagen de www.politica.elpais.com

Del mismo modo, la vida de Vera, de Sabater, y de tantos y tantas otras personas transcurre con sus obstáculos y dificultades de forma anónima, pero real, a menudo imbricada entre los vericuetos del sistema, al que también existe una alusión en cuanto a la custodia de Vera. Un sistema en el que la justicia es ciega, y, en ocasiones, toma decisiones en contra del sentimiento y las emociones de las personas.

Una historia que pese a la dureza de algunas situaciones es mostrada de una forma que no deja de lado el humor cuando es necesario, y que, como al principio decía, está protagonizada por unos personajes entrañables a los que el lector, pese a sus defectos y errores, no puede hacer otra cosa que ofrecer su comprensión.

La historia está explicada en primera persona por Sabater, y avanza con muy buen ritmo, estanto la novela estruturada como si de un partido de fútbol se tratara: fase de clanetamiento, primera parte, segunda parte y prórroga. Las situaciones que se describen nos ofrecen una perfecta radiografía de los personajes, y aunque en algunos casos deban enfrentarse a momentos dramáticos, la novela mantiene un tono en el que también abundan los episodios que se leen con una sonrisa en los labios.

Mire, senyor Castany, reconéixer els errors no formava part de la llista de les meues virtuts. No. Fins on m’arriba la memòria, sempre m’encarregava de culpar els altres de tot el que m’ocorria. Si no era feliç, la culpa era del defensa de l’Espanyol que m’havia destrossat el genoll. O de la meua exdona, que era una cabrona. O dels jugadors que m’havia tocat entrenar aquell any, molt roïns… O dels veïns, que em feien la vida impossible. Sempre hi havia uns culpables que conspiraven perquè tot m’eixira malament…

(“Mire, señor Castany, reconocer mis errores no formaba parte de la lista de mis virtudes. No. Hasta donde la memoria me alcanza, siempre me encargaba de culpar a los toros de too cuanto me sucedía. Si no era feliz, la culpa era del defensa del Espanyol que me había destrozado la rodilla. O de mi exmujer, que era una cabrona. O de los jugadores que me había tocado entrenar aquel año, que eran muy malos… O de los vecinos, que me hacían la vida imposible. Siempre había unos culpables que conspiraban para que todo me saliera mal…”

Una magnífica novela en la que no falta un golpe de efecto que acaba por redondearla. Una gran lectura para el público adolescente y juvenil, con una historia que seguro les resultará de gran atractivo, con personajes que les resultarán muy reconocibles, como el de Vera, y con un contenido lleno de temas e hilos sobre los que reflexionar.

En este enlace podéis leer un fragmento de la novela. Y, en este otro, os podéis descargar las propuestas didacticas asociadas a la lectura del libro.

Por último, aquí tenéis el vídeo de presentación de la novela.

«Literatura y fútbol» según Jenn Díaz

 

 

Hace unas semanas se celebró la Feria del Libro de Varsovia (Polonia), que tuvo a la literatura catalana como invitada especial. Entre otros autores catalanes, hasta la capital polaca se desplazaron autores como Sebastián Alzamora, Blanca Busquets, Jaume Cabré, Jenn Díaz, Rafael Nadal, Marc Pastor, Jordi Puntí, Care Santos, Màrius Serra y Jordi Sierra i Fabra.

Lo más destacado del asunto es que gracias a uno de los asistentes, la escritora Jenn Díaz, descubro que la Feria se celebró en el estadio Nacional de la ciudad, construido el 2012 para albergar la Eurocopa que aquel año se celebró allí. El ambiente de fútbol y literatura no se acaba aquí, puesto que a la delegación de las letras catalanas se sumó una el apoyo del Fútbol Club Barcelona, así como una mesa redonda sobre fútbol y literatura o la proyección de un documental sobre el presidente azulgrana José Suñol, asesinado en 1936, como parte del programa de actividades sobre «Deporte y cultura» de la feria.

 

A partir de ahora, a la pregunta ¿cuál es el hábitat natural de los libros? habrá que añadir a las tradicionales «biblioteca» y «librería» una nueva respuesta: el estadio de fútbol.

Aquí tenéis el artículo que el pasado martes escribió Jenn Díaz (para quien la vinculación entre fútbol y literatura no es ajena) en El Periódico de Cataluña, bajo el título , precisamente, de «Literatura y Fútbol«.

Literatura y fútbol

@JnnDiaz

MARTES, 7 DE JUNIO DEL 2016 – 10:41 CEST

Hace unas semanas estuve en Polonia. El Institut Ramon Llull nos llevó a diez escritores con obra catalana a Varsovia, a la feria del libro, que se hacía en un estadio de fútbol. La primera vez que fui a una feria fue en Turín: los editores en italiano de mi primer libro me llevaron para que pudiera firmar algunos ejemplares en la caseta y para presentar ‘Belfondo’. Nada relevante en mi trayectoria: libros firmados a conocidos de los editores y menos de 10 personas en el acto.

Lo primero que me impresionó de la feria de Varsovia es que se haga en un campo de fútbol. En cuanto llegas a otro país empiezas, sin poder remediarlo, a hacer comparaciones y a preguntarte cómo lo haríamos en casa. No, dudo mucho que una feria pudiera hacerse en un estadio de fútbol. Para empezar, la luz del estadio de Varsovia no tiene nada que ver con la luz del único campo de fútbol que he visto: el Camp Nou. Pero el problema no creo que sea la luz, sino la idea, que a menudo se repele, de unir fútbol y literatura.

Lo segundo que me impresionó de la feria de Varsovia, o quizá del público polaco en general, fue cómo se fueron acercando a los nueve autores catalanes -mi libro aún no se ha publicado- para que les firmaran sus ejemplares. Me sorprendió porque aquí, en una presentación o en algunas de las firmas de Sant Jordi, hay menos gente haciendo cola para que les firmes que en Polonia. Lo viví con asombro: allí, claro, éramos el autor extranjero, la literatura invitada. Y no solo fueron fantásticamente las firmas, también los actos.

Y esa es la tercera cosa que me impresionó de la feria de Varsovia: el público para nuestras mesas redondas. Y en particular, los lectores que acudían a ver al maestro: Jaume Cabré. Sí, lo vi con mis propios ojos: colas larguísimas como las de blogueros el día del libro, todo un teatro para él solo lleno de personas atentas (y muchos jóvenes) a sus palabras.

La última noche celebré la victoria del Barça en la Copa del Rey allí, en un bar de deportes, con Marc Pastor y Rafel Nadal. Tuvimos que llegar a la prórroga y sufrir, pero acabamos bien la noche. Al volver a casa, fútbol y literatura se unieron sin remilgos: no llenaremos estadios de libros, no tendremos un teatro lleno de gente para nosotros… no valdrán tanto nuestros títulos sin Champions.

 

Imagen de www.badabiblios.cat

Doce meses, doce dorsales: con el número 6, junio

 

Imagen de www.bolanerede.pt

 

Si el calendario fuera un equipo de fútbol, la camiseta con el dorsal número 6 la llevaría el mes de junio. Y así es, más o menos, como juega este mes en el terreno de juego del fútbol y la literatura.

Para empezar, el mundo era un lugar mucho mayor cuando en junio de 1992 abandoné Inglaterra en ferry con una máquina de escribir en la mochila. Antes de internet, era difícil saber algo de Ucrania o Camerún, por ejemplo, sin haber viajado hasta allí. El aislamiento de esos países los hacía también mucho más distintos del resto que ahora. Y desde luego, sus culturas futbolísticas también eran mucho más variadas. Cuando ahora viajo por el mundo para ver partidos, advierto la repetición de los mismos fenómenos en todas partes: las caras pintadas de los aficionados, las camisetas del Barcelona y un estilo de juego cada vez más parecido. Ahora ya no hay tanta diferencia entre el juego de ingleses, americanos, japoneses y cameruneses.

                El significado de ser aficionado también ha cambiado. Cuando escribí este libro, el fútbol europeo enfrentaba regularmente a una tribu contra otra tribu: holandeses contra alemanes, catalanes contra castellanos o católicos escoceses contra protestantes escoceses. Los estadios de fútbol eran todavía un lugar en el que se ponían de relieve las tensiones reprimidas de índole étnica, religiosa, regional y de clase de la Europa Occidental.

 

Fútbol contra el enemigo”, Simon Kuper. Editorial Contra, 2012