«La alineación y otros relatos esféricos», de Jorge Gamero (Stonberg Editorial, 2024)

En todo partido de fútbol hay una narrativa y una ficción. Para quienes nos gustan ambas cosas, la literatura sobre fútbol es una jugada perfecta.

El pasado jueves tuve el gran honor de acompañar a mi amigo y compañero Jorge Gamero en la presentación de su último libro: La alineación y otros relatos esféricos, publicado por Stonberg Editorial. Fue en el Castell de Cornellà, un maravilloso equipamiento en el que no quedó ni una sola silla por ocupar. Acompañados por Antoni Balmón, alcalde de Cornellà, y por Jordi Castelló, responsable de la editorial, fue un acto de gran emotividad que me hizo muy feliz, especialmente, por dos razones. La primera, porque Jorge y yo nos conocemos desde hace casi cincuenta años. Nuestro primer encuentro se produjo en el instituto, cursando el desaparecido 1º de BUP, y desde entonces hemos ido manteniendo más o menos relación a lo largo de nuestras vidas, gracias, sobre todo, a las dos pasiones que compartimos: el fútbol y la literatura.

En el caso del fútbol, compartimos vestuario durante nuestra juventud, jugando ambos en la UE Cornellà. Y lo seguimos haciendo en la actualidad, cuando el cuerpo nos lo permite, ya que formamos parte de la Agrupación de Veteranos del mismo club. En cuanto a la literatura, hemos coordinado la publicación de dos libros para ese grupo, y, además, Jorge fue la persona que me acompañó en la presentación de mi primera novela, La hermandad de los balones desaparecidos.

La relación entre fútbol y literatura es la otra de nuestras pasiones compartidas, y de ahí mi segundo motivo de felicidad, puesto que Jorge acaba de publicar el fantástico libro de relatos futboleros que presentamos el pasado jueves. La incursión en el mundo del género deportiva no es nueva para él. En el 2019 publicó una maravillosa novela juvenil, Tokio en el corazón, centrada en un chico cuyo sueño es correr la maratón de los Juegos Olímpicos de Tokio. Unos años antes, y formando parte de su volumen de relatos Las tres caras de la moneda, ya había publicado el relato La alineación, que, tal y como escribí en su momento y expresé durante el acto de presentación, me parece uno de los mejores relatos de temática futbolera que he leído. Un relato que acertadamente ha sido recuperado e incluido para el volumen actual, La alineación y otros relatos esféricos.

Así que, con estos antecedentes, mi alegría no podía ser más que doble: por tratarse de Jorge, y porque el libro que acaba de publicar es una magnífica y completa obra en la que se respira fútbol y literatura por los cuatro costados. El libro se compone de dieciséis historias, estando cada una de ellas asociada a cada uno de los dorsales de una convocatoria tradicional, de las de antes, y otra más al míster del equipo. Como espléndida cobertura a los relatos, nos encontramos con unos brillantes prólogos y epílogo. El primero está escrito por David García Cames, un crack de referencia en el mundo del fútbol y la literatura. Y el segundo por Francisco Coronado, otro crack que lo fue sobre el terreno de juego y lo sigue siendo impartiendo clases de filosofía.

Una de las riquezas del volumen es la gran variedad de temas que se tocan y se tratan en él. Y, todos ellos, con la indudable calidad literaria propia de Jorge. Sueños, fracasos, emociones, euforia, fútbol de campos de tierra, protagonismo de objetos como unas botas de fútbol, los arbitrajes de la época, experiencias personales y ficticias, reivindicación del fútbol femenino, alcachofas de ducha enmohecidas y una magnífica radiografía de la realidad social de una época en la que el fútbol tenía unas peculiaridades diferentes a las actuales. No falta el humor gracias a algunas de las situaciones que se describen, y deportividad, con el fantástico homenaje a la afición de un equipo rival que se hace en uno de los relatos.

Y también hay emotividad, especialmente con el último de los relatos, dedicado a su primo (casi hermano) Pedro, de quien también fui compañero y amigo, y a quien la vida le sacó una injusta tarjeta roja que lo alejó de nosotros.

El libro, en general, es una gran demostración (otra más) de lo bien que combinan fútbol y literatura. Jorge domina tanto el uno (fue un goleador nato) como la otra (ahí está su producción literaria). Y un magnífico ejemplo de ello es uno de mis relatos preferidos, de título tan curioso e ilustrativo como Cara culto, en el que elabora un curioso y atractivo juego casi metaliterario, puesto que convierte en literatura un episodio puramente futbolístico pero, al mismo tiempo, formula una oda a la literatura a partir de un relato de temática futbolera.

El padre de Javi nunca iba a los partidos. Tenía una librería, y aunque los domingos no trabajaba, nunca iba a ver jugar a su hijo. En cambio, Javi sí que era un lector empedernido, cosa que siendo el padre librero, habría heredado de él, digo yo. Al librero el fútbol le importaba un carajo. Se llamaba Victoriano Rebollo, lo ponía en la fachada de su pequeña librería, Victoriano Rebollo, Librero desde 1945, en una placa de latón sobre un plafón de madera maciza como si su negocio, o ser librero, fuera tan importante como ser médico, o abogado, o futbolista de primera. Javi no se atrevía a decirlo, pero todos pensábamos que su padre se avergonzaba de que jugara a fútbol. Fíjate qué idiotez. Me caía gordo Victoriano Rebollo, en cambio, su hijo Javi, lateral izquierdo de nuestro equipo, el juvenil de la UD Salmantina, era un tipo genial y un gran compañero.

Fotografía de Julián Cerón

Una obra, en resumen, más que recomendable, con cuya lectura disfrutarán tanto las personas que sean futboleras como las que no, puesto que aquí, lo que encontrarán por encima de todo, es literatura de la buena.

«La hermandad de los balones desaparecidos» en FNAC-Splau de Cornellà

 

 

 

El pasado sábado tuve el gran honor de celebrar un acto de presentación de «La hermandad de los balones desaparecidos» en el espacio Fòrum de Fnac-Splau, en Cornellà. Una vez más, tuve la cobertura del amigo y escritor Jorge Gamero, con quien me siento afortunado de continuar realizando combinaciones futboleras. De jóvenes lo hicimos en el campo. De adultos lo seguimos haciendo en la Agrupación de Veteranos de la UE Cornellà y, también, gracias a la literatura.

Que la asistencia no fuera la esperada no afecta para nada al buen recuerdo que me quedará de haber tenido la oportunidad de hablar de «La hermandad…» en aquel lugar. Aprovecho, por eso, para dar las gracias al equipo de FNAC por proporcionarme esa oportunidad y permitirme disfrutar de su magnífico «estadio».

Tal y como comenté al principio de la presentación, el lugar geográfico en el me encontraba tiene un significado especial para mi. Un simbolismo del que ni siquiera me había dado cuenta hasta pocos días antes del acto. Fue de camino hacia allí cuando caí en la cuenta de que había cierta travesura del destino en aquella situación.

 

 

El caso es que si tuviera que identificar un detonante para «La hermandad de los balones desaparecidos» debería situarlo en un episodio que ya he explicado en varias ocasiones, y que tiene que ver con una pelota que perdí cuando tenía unos 11 o 12 años. Al menos, eso es lo que pensaba hasta hace bien poco, pues hace unos días, un fogonazo de lucidez me ha hecho comprender que, en realidad, el origen de toda esta obsesión se sitúa muchos años antes. Concretamente en un recuerdo desaparecido, borrado de mi memoria, tras un suceso ocurrido, exactamente, el 20 de septiembre de 1971.

Me reservo la explicación de lo que ocurrió aquel día para otro post, y De momento, y volviendo a la presentación del sábado, aquí tenéis algunas fotos de lo que fue una tarde muy especial.

 

Con el gran Chele, gran compañero y futbolista y uno de los defensas más técnicos y elegantes con los que he tenido el placer de jugar.

 

Carla y Queralt, jugadoras de la UE Cornellà, y a quien el amigo Jorge Gamero tuvo el gran detalle de hacerles llegar un ejemplar de «La hermandad de los balones desaparecidos«.

 

 

Y una foto que me encanta, acerca de la cual publiqué en facebook que no tenía ni idea de hacia dónde estábamos mirando con tanta atención. Y el amigo Jorge Gamero, como respuesta, escribió casi un minirrelato literario-futbolero: en el que no faltó mi querido «bordillo de Zanón«:

Alfonso, debíamos observar la parábola que describía la pelota tras una volea impulsada por la literatura. La imagen, aunque muy chula, no recoge el momento en el que la pelota entró por la escuadra ante la algarabía de una grada rendida a tu arte. Yo solo fui el bordillo de Zanón contra el que habías perpetrado una tarde perfecta.

 

Presentación de «Recuerdos con Historia», libro de la Agrupación de Veteranos de la UE Cornellà

 

Ayer, 17 de abril, se celebró en el Castell de Cornellà el acto de presentación del libro “Recuerdos con Historia”. Se trata de un volumen que recoge una colección de veintisiete recuerdos futbolísticos, pertenecientes a miembros de la Agrupación de Veteranos de la UE Cornellà, en cuya coordinación hemos estado trabajando durante los últimos meses Jordi Jiménez Gamero (amigo, escritor y profesional del mundo de la edición) y yo mismo.

 

 

El acto tuvo lugar en el incomparable marco del Castell de Cornellà, lugar especial por todos los recuerdos de infancia que me hace evocar, y fue todo un éxito de asistencia: casi 120 personas, llegando incluso a faltar sillas. Un ejemplo más de la gran vitalidad y capacidad de movilización y convocatoria de la Agrupación de Veteranos de la UE Cornellà, a la que tengo el honor de pertenecer.

 

 

 

Fue un acto muy especial, en el que además de las intervenciones de Jordi y mía, en tanto que coordinadores del proyecto y autores de algunos textos, también participaron los señores José Manuel Parrado (Regidor d’Esports de l’Ajuntament de Cornellà), Álex Talavera (Presidente de la UE Cornellà) y Pau Tejeda (Presidente de Honor de la Agrupación de Veteranos).

 

 

 

El acto sirvió para poner el punto y final (o punto y seguido, ya veremos) a una emotiva y atractiva aventura que comenzó en septiembre del pasado año. Desde entonces, Jordi y yo hemos estado trabajando codo con codo para ir dando forma a los relatos que nos iban llegando por parte de los miembros del colectivo. El objetivo era intentar disponer de la publicación para el 23 de abril, Día del Libro y de Sant Jordi, una meta que hemos conseguido y que añade otro punto de satisfacción a lo conseguido.

 

 

Para esta aventura literario-futbolística ha querido el destino que Jordi y yo fuéramos de la mano. Nuestra amistad comenzó en los tiempos del instituto. Más adelante fuimos compañeros de vestuario y equipo. Después, quiso la vida que nuestros caminos siguieran trayectorias diferentes, pero después no solo hemos conseguido reencontrarnos de nuevo, gracias al fútbol y la Agrupación de Veteranos, sino que hemos llegado a compartir esfuerzos y coordinar un proyecto de estas características. Trabajar con él ha sido todo un placer, y tanto su profesionalidad como experiencia han sido claves en el éxito de la propuesta.

 

 

Una gran tarde, en la que por una vez he sido causa directa de que fútbol y literatura vayan de la mano 😀

 

Sesión sobre Fútbol y literatura en la Biblioteca Marta Mata de Cornellá

 

 

¿Qué encuentra un escritor en el fútbol para convertirlo en material literario? ¿Cómo se convierte la experiencia vivida tras un partido de fútbol en literatura? ¿Qué puede aportar el fútbol a la literatura infantil? ¿Forman buena pareja fútbol y literatura?

Acerca de estas y otras cuestiones hablaremos el próximo miércoles 5 de julio en la Biblioteca Marta Mata de Cornellà (Barcelona). La sesión lleva por título «35 años del Brasil-Italia del Mundial 82, y cómo se transforma el fútbol en literatura«, aprovechando que justo ese día se cumplen 35 años de aquel mítico partido, que servirá como ejemplo de lo que el fútbol puede generar desde un punto de vista literario.

Además de numerosas crónicas periodísticas sobre aquel encuentro, Mario Vargas Llosa se vio impulsado a escribir un artículo, el periodista Ricard Torquemada se inspiró en él para un relato, Miguel Delibes hizo referencia en una de sus crónicas y el periodista Wilmar Cabrera escribió la novela “Los fantasmas de Sarriá visten de chándal”, basada en aquel encuentro.

A partir de ese ejemplo concreto hablaremos de cómo el fútbol se transforma en literatura e intentaremos profundizar en esta relación. Porque, como dice Juan Villoro, “el fútbol es, en sí mismo, asunto de la palabra”. Para Manuel Tallónel fútbol es para contar. No es un deporte, contra las evidencias, sino un relato”. Y Vicenç Villatoro escribió en uno de sus relatos que “sin literatura no hay fútbol”.

La tertulia estará moderada por un servidor (Alfonso Morillas) y contará con la participación de Wilmar Cabrera, autor de la novela “Los fantasmas de Sarriá visten de chándal” y de Jorge Gamero, miembro del colectivo de autores de Cornellà. y autor del relato de temática futbolística «La alineación«.

 

F.C. Barcelona-Real Madrid y la tripleta Vila-Matas, Gamero, Landero




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Es inevitable. Cada vez que llega un Barça-Real Madrid (o un Real Madrid-Barça) la primera imagen que me viene a la cabeza no es la de Messi, Iniesta o Busquets, ni la de Cristiano Ronaldo, Bale o Benzemá. No. Lo primero que visualizo es el rostro de dos escritores, uno al lado del otro, dos autores a los que admiro y a los que imagino atentos al devenir del partido. Me estoy refiriendo al culé Enrique Vila-Matas y al merengue Javier Marías, dos escritores para quienes el fútbol no ha sido una afición de la que haya que esconderse, y dos de los principales responsables en demostrar que la relación entre fútbol y literatura puede ser muy placentera.

También me acuerdo, cómo no, del gran Vázquez Montalbán, y de Juan Villoro. Y de Jordi Puntí y de Sergi Pàmies. Y de muchos otros. Tantos, que cualquier día me lío la manta a la cabeza y transformo esa canción de Sisa que tanto me gusta (“Qualsevol nit pot sortir el sol”) y la convierto en un “Qualsevol dia surten els escriptors al terreny de joc”. Tiempo al tiempo.

Puestos a inundar la cabeza de suposiciones añado una que me asaltó el otro día. Tenía que ver con mi amigo Jorge Gamero, también escritor, y autor de un magnífico relato futbolero cuyo título es “La alineación” y acerca del cual ya hice referencia en su día en este artículo. Jorge es muy culé, tanto como Vila-Matas, de quien es tan admirador que se ha dejado infectar de manera voluntaria de esa vilamatiana enfermedad denominada “El mal de Montano”. Así que me los imaginé a ambos sentados en el Camp Nou, el uno al lado del otro, comentando la jugada. La futbolística, por supuesto, no la literaria.

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Recuerdo que hace tiempo explicó Vila-Matas explicó un encuentro con Guardiola, gran aficionado a la lectura, como es de dominio público. De lo que el escritor quería hablar era de cuestiones futbolísticas. Lo que al entrenador le interesaba eran los asuntos literarios. Por eso, estoy convencido que mi amigo Jorge y Vila-Matas se pasarían el partido hablando de fútbol, soltando algún que otro improperio (literario, eso sí) de tanto en tanto, y completamente absorbidos por los vaivenes del balón.

Y siguiendo con mi elucubración del otro día, y aplicando “Otra vuelta de tuerca” más que diría Henry James, decidí introducir más personajes en la escena, y no se me ocurrió otra cosa que darle un papel a Luis Landero, reconocido merengue y quien, para más inri, actuó como padrino literario en la presentación madrileña de un libro escrito por Jorge Gamero. Y ya con la escena completa me imaginé a los tres, Vila-Matas, Gamero y Landero (buena tripleta, fonética de alineación) sentados en el estadio, muy juntitos los tres, intentado cada cual empujar a su equipo hacia la victoria.

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Como podéis comprobar, la imaginación puede ser muy traviesa. Afortunadamente, siempre nos queda la literatura para continuar a flote. Y, por eso, nada mejor que un texto de Enrique Vila-Matas hablando sobre Barça y Madrid para poner orden:

Al principio de esta Liga, viendo cómo los dos supuestos colosos, Barça y Real Madrid, ganaban de calle sus primeros partidos, se llegó a pensar que no perderían nunca un solo punto con nadie y que la competición sería la más igualada y más monótona de toda la historia. Pero había en esta perspectiva de tedio algo que no cuadraba y llevaba a pensar en unas palabras de Maradona en los años ochenta: «En el fútbol español, cuando el Madrid va bien, el Barça va fatal, y viceversa. Nunca se ha visto algo distinto».

¿Por qué iba a ser diferente este año? Lo más sensato era suponer que, aun en el caso de que Barça y Madrid conocieran triunfales trayectorias simétricas hasta el final de la competición, siempre uno de los dos, aunque tan sólo fuera ligeramente y por un mínimo detalle, acabaría saliendo mejor parado de una eventual comparación, dejando al otro de inmediato hundido en una crisis.

Barça y Madrid no pueden ser felices al mismo tiempo. Aunque la diferencia sea minúscula, uno de los dos ha de ser superior al otro…”

Enrique Vila-Matas en «Cuando nunca perdíamos«. Editorial Alfaguara

Disfrutar del partido y de la literatura futbolera. Y como dice el tópico, «que gane el mejor… lector».

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Imagen de www.GQ.com

«La alineación», un relato de Jorge Gamero. Editorial Gramática Parda

 

 

“De pie, empezando por la izquierda; Losada, Lareo, Santos, Ribó, Barrituabeña y Pelayo. Agachados, Semprún, Artúa, Wilson, Planas y Chamizo.

Un gran equipo”.

 

De este modo tan directo y contundente comienza “La alineación”, un magnífico relato futbolero que he disfrutado muchísimo y cuya lectura me ha resultado muy placentera de principio a fin. Se da la circunstancia, además, de que Jorge Gamero (Jordi Jiménez Gamero), su autor, es una amistad de juventud a la que había perdido el rastro hace muchos años y con quien, cosas de la vida, me reencuentro gracias al fútbol y la literatura.

Y aunque alguien pueda pensar que mi objetividad está condicionada por ese aprecio personal, os aseguro que cuando digo que el relato me ha parecido fantástico es porque lo pienso de verdad, y porque el poso que me deja es excelente.

La previa del partido

El texto forma parte de la obra “Las tres caras de la moneda”, y está publicado por la Editorial Gramática Parda. Como decía, hace ya mucho tiempo que perdí el rastro de Jordi, con quien compartí tiempos de instituto y afición por el fútbol. Tras unos 20 ó 30 años «sin noticias de Gamero«, hete aquí que el pasado julio se organizó un encuentro de fútbol de antiguos jugadores del Levante Las Planas, equipo en el que jugué a finales de los 80.

F. C. Levante Las Planas: el antes…

Si la memoria no me falla (que es lo más probable), acabados los tiempos de instituto todavía mantuve contacto durante un tiempo con Jordi a través de un primo suyo con el que compartí vestuario, y de tanto en tanto coincidíamos los tres, en los momentos post-entreno intersemanales… ¡berreando ante un micrófono!

El mencionado encuentro de viejas glorias del fútbol regional sirvió, básicamente, para redescubrir sensaciones corporales sepultadas bajo el peso de los años: agujetas, amagos de asfixia, tipologías variadas de lipotimias y taquicardias de diversa índole.

Como contrapartida, también sirvió para producir un importante cargamento de fotografías de recuerdo del acontecimiento, algunas de las cuales fueron a parar al Feisbuk, ese artefacto del demonio en el que, mira tú por dónde, no todo es negativo. Y fue así como en una de las imágenes publicadas apareció un comentario de un señor que firmaba como… Jordi Jiménez Gamero.

¡Ostras!, me dije” -bueno, en realidad lo que dije no fue exactamente “ostras”-. ¡Cuánto tiempo!”.

Y fue así como se abrió la puerta a volver a tener noticias suyas, circunstancia que, para qué negarlo, me hizo bastante ilusión.

Veteranos del F. C. Levante Las Planas… el después

Más ilusión si cabe me hizo el conocer que su actividad profesional estaba directamente vinculada al mundo de los libros y la enseñanza. Intercambiamos un par de mensajes («hicimos unas paredes«, en el argot futbolístico-literario) y no tardó en hacer acto de presencia el binomio fútbol y literatura, siendo entonces cuando me dió a conocer la existencia de su relato «La alineación«.

«Pues habrá que ficharlo«, me dije.

Y comencé a iniciar gestiones antes de que el mercado de fichajes de verano se cerrara.

Mi equipo de ojeadores me informó que había un ejemplar de lo que buscaba en la Biblioteca de Cornellà, formando parte de la Colección Local, que es la destinada a los autores locales. Casualmente, el ejemplar que allí tenían estaba dedicado y firmado por el propio Jordi.

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«La alineación»

Siempre me ha parecido que las alineaciones de los equipos de fútbol tienen un componente de musicalidad muy atractivo. Once nombres que unidos, enlazados y dichos de carrerilla se convierten en una agradable melodía. Por esa razón, el inicio de «La alineación» se convierte en la mejor forma de comenzar el partido, de olvidarse de lo superfluo y de poner el balón en movimiento.

«Losada, Lareo, Santos, Ribó, Barrituabeña, Pelayo, Semprún, Artús, Wilson, Planas y Chamizo» 

«Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón«, cantaba Joan Manuel Serrat en homenaje al Barça de las Cinco Copas, incorporando ese framento de alineación a su inolvidable canción «Temps era temps«. «Arkonada, Celayeta, Kortabarría, Alonso, Gorriz, Olaizola, Idigoras, Diego, Satrustegui, Zamora y Lopez Ufarte» llegamos a memorizar muchos a principios de los 80 cuando los donostiarras ganaron la Liga.

Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón

Y también me gustaba recordar las alineaciones de uno de los partidos que forman parte de mi educación futbolística, aquel inolvidable Brasil-Italia del Mundial 82 que se disputó en Sarrià y en el que las formaciones fueron:

BrasilWaldir Peres; Leandro, Oscar, Luizinho, Junior, Socrates, Serginho, Zico, Eder y Falcao.

Italia: Zoff; Cabrini, Gentile, Collovati, Scirea; Oriali, Antognoni, Tardelli; Conti, Graziani, Rossi.

Sumo ahora a esos particulares estribillos el que nos ofrece «La alineación«, en cuya estructura encontramos justamente eso: la descripción pormenorizada de los jugadores de un equipo. Jugador a jugador, comenzando por el portero, vamos conociendo uno a uno a todos sus futbolistas.

 

Gustavo Biosca. Imagen de www.blaugranas.com

De cada uno de ellos tenemos una breve pero perfecta radiografía de sus principales características como jugador, de aquello que desde un punto de vista futbolístico lo diferencia del resto. Contundencia defensiva, astucia sobre el terreno de juego, elegancia técnica, capacidad goleadora…

Un variado muestrario de peculiaridades propias de los equipos de fútbol, perfectamente repartidas y que demuestran el conocimiento de Jordi sobre la materia y que lo que sucede en un terreno de juego no le es ajeno.

«Su única pierna, una izquierda prodigiosa, le valía por dos. En un partido contra el Atlétic Club de Bilbao se le contabilizaron veinte centros, y ese día, el buen cancerbero vasco Carmelo, encajó cinco goles. En otro partido contra el Sevilla hizo un gol subiendo el solo toda la banda desde su posición de latersl izquierdo. Tenía además una recuperación increíble. Si llegaba en jugada hasta el ataque y el portero contrario lo despejaba rápido de un patadón, en muchas ocasiones tenía tiempo de volver al corte y abortar el ataque contrario.»

Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza. Imagen de www.deia.com

En la descripción de los integrantes de «La alineación» se intercalan también episodios de partidos contra equipos de primera división que permiten profundizar en su conocimiento.

Así mismo, se describen anécdotas vividas en partidos en los que también intervienen jugadores míticos que permiten situar la historia en la década de los cincuenta: Gento, Stanley Matthews, Czibor, Carmelo, Garay, Kubala, Biosca, Zarra, Panizo, Gainza, Di Stefano, Luis Suárez, Eusebio, Eizaguirre

«En primera división jugó siete temporadas con nosotros y tres más con el Atlético de Madrid. Recuerdo especialmente un partido contra el Fútbol Club Barcelona en nuestro campo. Empatamos uno a uno pero él hizo un partido de manual, para recordar. No sólo empujó el juego de nuestro ataque sino que anuló prácticamente al gran Kubala y se encaró en un par de ocasiones con Biosca».

 

Kubala. Imagen de www.martiperarnau.com

 

De la misma manera, la enumeración de equipos y estadios que salpican el texto informan también de una cierta cultura futbolística propia de los que ya tenemos cierta edad.

Los más jóvenes han crecido con otros referentes, mucho más visuales, mientras que los nuestros, que eran más radiofónicos, conservan ecos míticos al recordar las voces que hablan de gol en El Molinón, el Sadar o el Sardinero. Y así, en el texto, se hacen fugaces visitas a Anoeta, San Mamés, Mestalla o el citado Sadar de Pamplona.

Garay. Imagen de www.nyodh.es

Haciendo un símil con un equipo de fútbol, diría que «La alineación» es un conjunto sólido y compacto, bien trabajado en todas sus líneas, sin fisuras, muy equilibrado. En él todo está muy bien proporcionado, con mucha solvencia en todas sus zonas, ocupando con gran sentido del juego todas las zonas del campo.

Una seriedad como conjunto que se complementa con los detalles delicatessen de algunas de sus jugadas, con una interesante variedad de registros y filigranas que le permite adaptar su táctica y mostrarse resolutivo ante todo tipo de rivales, circunstancias y lectores. Una propuesta futbolísitico-literaria rica en matices, llena de elegancia y con un variado catálogo de detalles propios del fútbol escrito.

Carmelo. Imagen de www.blogs.elpais.com

Una lectura, además, que tiene un remate letal en tanto que va avanzando hasta llegar al interior del área y sorprender con un disparo inesperado que coge totalmente desprevenido a quien lo recibe para acabar convirtiéndose en un gol por toda la escuadra.

Este dribling final del narrador me ha hecho recordar un relato de Rafael Azcona titulado «Gol«, que también os recomiendo y que podéis encontrar en la recopilación «Cuentos de fútbol 2» de Alfaguara.

En las dos historias hay un sorprendente desenlace final, que nos habla de una común tipología de personajes, muy propia del mundo del fútbol. Pero como no puedo explicar nada sobre los motivos que me llevan a vincular a ambos jugadores sin desvelar el misterio os invito a que lo descubráis por vosotros mismos leyendo y disfrutando las dos historias.

Imagen de www.thetimes.co.uk

 

Tiempo de descuento

Para aquellos que todavía piensan que fútbol y literatura no forman buena pareja, fijaros en esta historia: un partido de fútbol ha sido el hilo conductor hacia una narración literaria en la que el fútbol es protagonista.

P.D. Solo he encontrado un pero en la solidez de esta «Alineación«, y es que Pichardo no haya salido de titular 😀

Di Stefano. Imagen de www.taringa.net

Sala de prensa

Para terminar, aquí tenéis el vídeo de la presentación del libro «Las tres caras de la moneda«, en la que también estuvo presente Luis Landero, uno de los grandes de las letras y autor de la inolvidable «Juegos de la edad tardía«. Entre el minuto 46 y el 47.17 Jordi habla de «La alineación» y da su opinión sobre la relación entre literatura y fútbol.