Historietas futboleras de Josep Coll, un referente del TBO

En la edición de hoy del diario La Vanguardia aparece un magnífico artículo titulado “Del TBO a la modernidad: la línea pulcra y el humor insólito de Josep Coll”. Está escrito por el experto en cómic Jordi Canyissà, y hace referencia a la reciente publicación del libro Coll. Trayectoria de un historietista insólito, de Luis Garbayo Erviti y editado por Norma Editorial.

En su texto, además de alabar el trabajo de Coll, Canyissà se lamenta también de la injusticia con él cometida, uno de los grandes de la historieta. Nació en 1924, por lo que este año se ha cumplido su centenario, pero, sorprendentemente, no ha habido ningún acto destinado a reconocer y recordar su obra.

En referencia al estilo de Coll dice que “su dibujo es limpio y pulcro, pero a la vez cálido gracias a la dulzura de su trazo, que parece acariciar el papel. Sus viñetas se apoyan en la repetición y el punto de vista fijo para producir, a ojos del lector, un sorprendente efecto de movimiento”, además de definir a sus personajes como “flexibles, casi de goma, y se mueven con un dinamismo imparable”.

Así mismo, habla de que “supo utilizar como pocos el instante decisivo, como diría Cartier-Bresson hablando de fotografía, y la elipsis. Y ahí está su magia, porque dominar la elipsis es dominar el arte de contar una historia en viñetas. Porque sin elipsis no hay cómic. Sin esa ausencia que se esconde entre dos viñetas consecutivas, sin ese fragmento de la historia que el cómic nos oculta y el lector debe reconstruir en su cabeza no hay historia, no hay relato, no hay tebeo”.

Como hijo de los tebeos que soy, estoy completamente de acuerdo con Jordi Canyissà en que es una lástima que se haya desaprovechado la ocasión para reivindicar la figura de Coll. Él, como tantos otros historietistas, además de disfrute nos acercaron al mundo de la lectura. En mi caso, recuerdo la atracción que siempre sentí por sus inconfundibles y personales historietas, que con apenas cuatro trazos se convertían en un imán. Y también recuerdo cuánto me gustaban sus episodios futboleros, de los que comparto algunos.

Deja un comentario