El Junior pudo haberlo evitado. Pero decidió cavar su propia tumba y entrar en el ataúd, en ese sarcófago, acristalado, translúcido, en vertical. Se acabó. Finito. The end.
Uno de los géneros literarios en los que la relación entre fútbol y literatura se está produciendo de manera más fructífera es, sin duda, el negro. De hecho, me atrevería a decir que la llegada del siglo XXI y las dos décadas que de él llevamos han traído consigo una eclosión de este tipo de obras que ha convertido lo futbolístico en apetitoso manjar de lo policiaco.
Aunque todavía me encuentro en ocasiones con amantes de la novela negra que siguen mostrando reticencias cuando el fútbol aparece entre sus páginas, sigo insistiendo en lo mismo: que le den una oportunidad, que aparquen los prejuicios y se dejen arrastrar por los grandes momentos de lectura que este tipo de obras les van a proporcionar.
Y si les gustan las novelas con investigaciones detectivescas, protagonizadas por policías cuyas vidas personales son todo menos placenteras, con tramas que te absorben y no desvelan su secreto hasta el final, con personajes de gran fuerza y personalidad, el catálogo en el que escoger es amplio. Y en él se encuentra la reciente “Bajo la piel del alacrán”, escrita por Paco de Paula y publicada por la editorial Cazador de Ratas.
SINOPSIS
Una ciudad en la que nunca ocurre nada. El delantero estrella del Cádiz Deportivo que aparece brutalmente asesinado. Acribillado. Una última tragedia que sacude a un club que acaba de descender matemáticamente a Segunda División. Un inspector de policía al límite que en plena crisis marital tendrá que lidiar con las altas presiones tanto de superiores como de la prensa mientras intenta resolver el caso más importante de su carrera. Que deberá indagar entre la vida del jugador, sumergida en un mundo que levanta pasiones y donde el dinero lo dirige absolutamente todo.
¿Lograrán capturar al culpable?
El problema es que probablemente el futbolista no sea la única y última víctima y que las palabras «Asesino en Serie» empiecen a rondar entre los titulares de los medios de comunicación.
Y el pánico se desatará y la ciudad no volverá a dormir tranquila.
Negocios turbios, tabúes futbolísticos, secretos, mentiras, venganzas, narcotráfico, maletines, agentes deportivos, sicarios, bajos fondos, poder, manipulación periodística, aficionados ultras, detectives, corrupción, policías y asesinos se dan la mano para forjar una historia entre la novela negra y policiaca que arrojará luz sobre los recovecos más oscuros de uno de los deportes más lucrativos del mundo.
«Bajo la piel del alacrán» es una cautivadora novela llena de matices, en la que una maraña de personajes bien definidos y con marcada personalidad van tejiendo una consistente tela de araña de la que no hay forma de escapar.
Se trata de una obra en la que el fútbol es el telón de fondo ante el que se desarrolla la historia. El asesinato de un popular y destacado futbolista del Cádiz, de manera inesperada y sorprendente, obliga al inspector Martín y su equipo a iniciar una compleja investigación llena de giros y recovecos inesperados, en la que nada es lo que parece.
El andamiaje de la historia se va construyendo a medida que la investigación avanza, y con cada nuevo hallazgo vamos conociendo la aparición de nuevos personajes que van enriqueciendo la acción. Todo ello con fluidez y naturalidad, de una forma precisa en la que nada es improvisado y toda pieza es necesaria en el conjunto del engranaje final.
Entre las dos y las tres de la madrugada, pensó Villar, mirando de nuevo la expresión de sufrimiento en la tez macilenta del joven. De pronto algo se accionó en sus entendederas, causándole tristeza, estupor. Válgame Dios. Ya sé quién es. Es el delantero del Cádiz Deportivo.
Los capítulos son cortos y directos, en sintonía con el lenguaje empleado, afilado y sin florituras, como la negrura que subyace en la historia que se explica. La lectura es muy dinámica, como una sucesión de flashes que transportan al lector por diferentes lugares de la ciudad de Cádiz. La historia también se ve enriquecida por la alternancia de diferentes voces, utilizada de forma muy acertada y eficaz, contribuyendo y reforzando el ya de por sí gran trabajo de definición de los personajes. Por cierto, una sucesión de nombres que son todo un homenaje al género policiaco.
El fútbol, en esta obra, es abordado desde una perspectiva original, tratándose algunos de los asuntos más escabrosos de este deporte, no habitualmente tratados en las obras de temática futbolística. Rincones que quedan ocultos a los focos y que son aquí combinados de forma muy natural. Aunque el club protagonista en este caso es el Cádiz, es una obra con la que el aficionado de cualquier otro club podrá establecerá una identificación directa.
Los primeros sones del himno oficial me envuelven.
«Cuando sale al terreno de juego…»
Y floto. Del todo.
También me ha parecido muy acertada la continua ubicación geográfica de los lugares en los que la acción se va desarrollando al comienzo de cada capítulo. Así, por ejemplo, se pasa por varios espacios gaditanos, con lo que se va estableciendo lo que se podría considerar una guía literaria de «Bajo la piel del Alacrán«.
Novela que se devora y que disfrutarán tanto aficionados al fútbol como, simplemente, al género negro, que te agarra desde el primer párrafo y no te la puedes quitar de encima hasta el último, en el que, por si fuera poco, se oculta un último y sorpresivo golpe de efecto final. En definitiva, una de esas novelas más que recomendables que se disfrutan hasta la última gota del último sorbo.
Un comentario en “«Bajo la piel del alacrán», de Paco de Paula. Editorial Cazador de Ratas”