Juan Antonio de Laiglesia (1917-2002) fue un polifacético autor que destacó en numerosos géneros, incluyendo desde obras teatrales y para el público infantil y juvenil como otras de tipo teórico sobre el mundo de las historietas y la cultura popular. (En este enlace encontraréis más información sobre él).
En su extensa producción no faltan obras policiacas, entre las que se cuenta la interesante serie de “Los enigmas del Inspector Vega”, publicados por la Editorial Saturnino Calleja en la década de los 50. Fueron, en total, once novelas, correspondiendo el número 6 a “El gol del diablo”, con el fútbol como telón de fondo.
Juan Antonio de Laiglesia. Imagen de www.tebeosfera.com
SINOPSIS
Una novela policiaca sin robos ni asesinatos. ¿Materia de delito? ¡¡UN GOL!! Un gol que decide un Campeonato del Mundo, y que el portero, cegado por un misterioso rayo de luz, no puede detener, ante el asombro de millares de espectadores. ¿Cómo se proyectó aquella luz? ¿Quién dirige la banda que ha saboteado al equipo derrotado? El inspector Vega y su secretaria Sonsoles…
La historia se sitúa en Atenas, ciudad que acoge una final del Mundial a la que han llegado las selecciones de Holanda y Rumania. En uno de los lances del partido, el equipo rumano se adelanta en el marcador batiendo con facilidad al portero holandés, considerado el mejor del mundo, después de que este haya sido deslumbrado a propósito por un destello de procedencia desconocida. El Inspector Vega y Sonsoles, su secretaria, que estaban en Atenas como simples visitantes, se pondrán manos a la obra para intentar averiguar qué es lo que ha ocurrido.
La novela tiene un planteamiento interesante, pues, tal y como destaca la sinopsis, no existe ni robo ni asesinatos. El enigma de todo lo que sucede va por otros derroteros, consiguiendo el autor poner en funcionamiento un amplio conjunto de piezas y personajes que mantienen el interés hasta el final. Narrada en tercera persona, por sus páginas se van entrelazando y construyendo la trama jugadores de la selección rumana y la holandesa, el responsable de la policía de Atenas, un antiguo amigo griego del inspector Vega y otros secundarios con participación en la historia.
Pese al siniestro título de la novela, “El gol del diablo”, que puede llevar a pensar que nos encontramos ante una obra oscura y dura, lo que prevalece aquí es el proceso de deducción de lo que sucede. Incluso podría decirse que existe un cierto tono amable en toda la historia, no exenta de ciertos toques de humor presentes a lo largo de todo el libro.
Se trata de una novela en la que se nota la maestría del autor, dominador de géneros muy diferentes, y que cabría incluir en la amplia producción de las denominadas novelas de quiosco cuyo único objetivo era el de proporcionar un buen rato de lectura. Pero, además de conseguirlo, se demuestra una vez más que en este extenso conjunto de obras olvidadas la calidad literaria está bien presente en muchas de ellas.
Una delicia de obra: entretenida, ágil, muy bien escrita y en la que las piezas del enigma están tan bien encajadas que el interés no decae en ningún momento.