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Hoy, día 6 de abril, se cumplen 48 años del inesperado fallecimiento del uruguayo Julio César Benítez Amodeo , uno de los jugadores más destacados y queridos poa la afición del F.C. Barcelona de la época. Defensa de gran poderío físico, su misteriosa y repentina muerte con tan solo 27 años fue todo un shock para el barcelonismo y el fútbol en general, e incluso todavía hoy día conserva un cierto halo de misterio.
Benítez era todo un ídolo entre muchos aficionados. Y muy especialmente para uno, Ramon Besa, quien hace referencia a aquel 6 de abril y la pérdida del jugador en su aportación al libro «Cuando nunca perdíamos«.
¿Por qué se murió Benítez?
A mí nadie pudo consolarme aquel día, 6 de abril de 1968, fecha en la que murió Julio César Benítez, mi ídolo. Yo estaba convencido de que era un jugador inmortal, el único capa de recortar el campo hasta rebanar la pelota a Paco Gento para después poner el mejor centro del partido o transformar la falta más escorada. No me convencieron de su fallecimiento porque nadie supo explicarme qué mal tenía ni qué le había ocurrido, salvo que se había tomado un plato de mejillones en mal estado, ni por qué ocurrió en vísperas de un partido contra el Madrid. Me pareció un misterio entonces tan indescifrable como el de los Reyes Magos. Así que jugué a favor de inventario y alimenté la leyenda de que sucesos como el de Benítez sólo le ocurrían al Barça, porque era «més que un club«, tal y como me había contado mi tío, un señor de Barcelona que cada verano pasaba por mi casa de Perafita y me llevaba como regalo unos cuantos tebeos y un par de libros.
Fragmento de «¿Un cuento o un relato«, de Ramon Besa,
en «Cuando nunca perdíamos«, Alfaguara 2011
Por cierto, viendo la foto que tiene Ramon Besa en su perfil de Twitter queda claro que su ídolo fue Benítez, ¿no? 😀