Hoy es 27 de abril, el día de la Virgen de Montserrat, patrona de Cataluña. Así que lo que procede es felicitar a todas las Montserrat.
Vale, pero ¿qué tiene que ver el santoral con el fútbol y la literatura? Pues bastante. Y si no, leed el siguiente fragmento de Ramon Solsona.
“Los Ramallets, Olivella, Rodri, Gracia, etcétera, son la edad de oro de mi memoria futbolística. Una tarde de 1957, una bandada de palomas me había marcado el camino de la fe azulgrana, pero yo no lo había sabido interpretar. Hizo falta que la Virgen de Montserrat enmendara la falta de diligencia de mis padres. Por eso lanzo desde aquí una seria advertencia a los papás jóvenes: si no queréis que vuestros hijos vayan por el mal camino, enseñadles a ser del Barça desde la cuna. Y rezad a la Virgen de Montserrat, que no os fallará nunca. Acordaos de que en 2011 el Barça y el Madrid se enfrentaron cuatro veces con dieciocho días de diferencia y que el mismo 27 de abril, la festividad de la patrona de Cataluña, el Barcelona ganó por 0-2 en el Bernabéu más purulento que se recuerda. Acordaos de que así encauzamos las semifinales de la Champions y que finalmente ganamos al Manchester United en la final de Wembley. La gente se lanzó a la calle para celebrarlo y en medio de las enseñas azulgranas y las banderas catalanas entreví alguna imagen de la Virgen de Montserrat. No me extrañó en absoluto”.
Fragmento de «Memorias de un niño redimido«, de Ramon Solsona, en «Cuando nunca perdíamos«, Alfaguara, 2011