Cuando tenía unos 11 o 12 años perdí una pelota. Fue un episodio tan paranormal como traumático al que hice referencia hace algún tiempo en este hilo de twitter.
Creo que no ha habido un solo día de mi vida en que no me haya acordado de ella. Dentro de poco, además de cumplir un sueño, le podré rendir un más que merecido homenaje gracias a «La Hermandad de los Balones Desaparecidos«, una novela infantil-juvenil editada por Libros Indie y acompañada de ilustraciones de Pablo Ríos.