El pasado sábado, 23 de abril, Día del Libro y Diada de Sant Jordi, pude por fin materializar uno de mis deseos desde hace tiempo: montar una parada integrada por libros de fútbol y literatura. Por incompatibilidades de horario laboral nunca me había sido posible ni siquiera plantearlo, pero este año hubo una conjunción astral que me permitió hacerlo.
El caso es que un par o tres de semanas antes del señalado día, Julián Cerón, más conocido en redes sociales como @raticosdefutbol, me comentó que había reservado un espacio en Barcelona, en la calle Consell de Cent, 305-309 en concreto, y me preguntaba qué me parecía si montábamos la parada. Mi respuesta fue inmediata: ¡sí, sí y sí!!!!!, porque este 2022, casualmente, coincidía que tan señalado día no me tocaba trabajar.
Y así fue como pasamos un día inolvidable, lleno de incertidumbres y momentos difíciles por culpa de la meteorología (no solo llovió, sino que cayó granizo hasta en tres ocasiones), pero con ganas de volver a repetir el próximo año por la magnífica experiencia vivida. Pese a que tuvimos que recoger velas y volver a montar el tenderete en dos ocasiones, allí estuvimos hasta el final Julián y yo, cada uno con nuestros libros, además de los que llevábamos de exposición, y entre los que contábamos con los que nos envió José Manuel Quesada desde Granada, que acababa de ser padre pero también quería estar presente en la iniciativa de alguna manera.
Carles Viñas firmando uno de sus libros
Carles Viñas firmando bajo una granizada
Como remate, pudimos contactar y organizar un programa de firmas de autores futboleros, que pese a la lluvia y el granizo estuvieron al pie del cañón, un gesto por el que les estamos enormemente agradecidos. Fueron, en concreto, Carles Viñas, Isaac Palmiola, Wilmar Cabrera y Miquel Sanchis. Los cuatro quisieron participar de la experiencia y justificaron todos los esfuerzos realizados durante el día, dejando también claro que el pasado sábado plantamos una semilla que ha de tener continuidad en futuras ocasiones, mejorada y ampliada.
Con Carles Viñas
Julián y yo con Marcel Beltran, de la Revista Panenka
Julián y yo con Wilmar Cabrera
Ya estamos deseando que llegue la edición del año que viene. Con mejor tiempo, a ser posible.
Con Julián Cerón, tras recoger los bártulos. ¡Misión cumplida!
Y aquí tenéis un sencillo video-resumen de lo que fue la jornada.
Que yo recuerde, en ninguna de las películas de la serie “Piratas del Caribe” aparece Jack Sparrow jugando al fútbol con sus colegas. Aunque sí lo podemos encontrar anunciando el fichaje de Granero por el RCD Espanyol. Y también apareció en el gigantesco mural que la afición del club Africain de Túnez dedicó a su equipo.
Tampoco Barbanegra o Henry Morgan, dos legendarios bucaneros, pasaron a la historia por su afición al balompié. Pero, como compensación, el Sankt Pauli alemán, uno de los clubes de fútbol más carismáticos que podemos encontrar, es animado por sus seguidores con banderas piratas. Y, más cerca todavía, ya sabéis que una de los grupos de aficionados del Rayo Vallecano se llama… Bukaneros.
Como vemos, la presencia de “piratas” en las gradas de los estadios no es ajena al fútbol. Pero, ¿y sobre el césped? Seguramente, el Capitán Garfio no habría triunfado nunca jugando de portero. Lo más probable es que hubiera acabado con la existencia de balones a cada parada que hiciera. Tampoco creo que tuviera mucho futuro aquel “pirata malo” llamado “Pata Palo” al que cantaba el grupo Pata Negra hace ya algunos años.
Dicho esto, no perdamos la esperanza, porque si queremos encontrar algún caso de pirata futbolista lo tenemos a nuestro alcance gracias al número 10 de la serie “Los futbolísimos”, la más que exitosa serie escrita por Roberto Santiago, ilustrada por Enrique Lorenzo y publicada por SM Ediciones.
¿Y a qué pirata podemos encontrar surcando olas de césped en lugar de las del océano? Pues a Laoi Chai San, capitana y líder de “Los justos”, equipo de fútbol de un centro de menores contra el que deberán enfrentarse “Los futbolísimos”.
“Laoi Chai San fue una famosa pirata del mar de China.
Navegó entre 1922 y 1939.
Llegó a tener más de doce embarcaciones bajo su mando.
La leyenda cuenta que robaba a los ricos y lo repartía entre los pobres, igual que Robin Hood.
Era temible.
Despiadada.
Intrépida.
Valiente.”
SINOPSIS
Los Futbolísimos van a jugar un partido de fútbol contra Los Justos, el equipo de un Centro de Menores que acaba de ser inaugurado en Sevilla la Chica. Pero lo que más les impresiona no es enfrentarse a un equipo formado por chicos y chicas de su edad que han cometido algún delito, sino la bandera pirata que ondea sobre el campo. Y es que Los Justos tienen mucho que ver con los piratas, empezando por el nombre de su capitana: Laoi Chai San, como la famosa pirata china. Y también su lema: No miento. No me chivo. No me fio. Y lo más importante: un mapa del tesoro.
Solo necesitan a alguien fuera del Centro que les ayude a encontrarlo. Pero los Futbolísimos están más preocupados de que no les expulsen de la Liga Intercentros que de buscar tesoros, aunque quizá todo está relacionado.
Un nuevo misterio para Los Futbolísimos.
En “El misterio del tesoro pirata”, el equipo de “Los futbolísimos” se verá de nuevo envuelto en una singular aventura llena de obstáculos a salvar y de misterios a resolver. El partido que deberán jugar contra el equipo liderado por Chai San no será un simple amistoso, ya que tendrá unas inesperadas consecuencias para el equipo de los Futbolísimos.
Además, Chai San, que se encuentra internada, entre otros delitos, por el haber robado un banco, conseguirá comprometer a Pakete, el narrador de todas las historias, para que le preste su ayuda y poder, así, recuperar el tesoro, escondido en un lugar secreto.
– Oye, ¿y la bandera pirata esa? –preguntó Ocho.
Zlatan dejó de reírse al oír aquello y se puso otra vez muy serio.
Aquel chico cambiaba de humor cada medio segundo. Dijo:
– Es nuestro símbolo. La bandera de nuestro equipo.
– ¿La bandera pirata es el símbolo de vuestro equipo de fútbol? –preguntó Anita, sin entender nada.
Pakete, una vez más, se verá inmerso en un conflicto ante el que deberá tomar una decisión. Y, al mismo tiempo, el equipo deberá hacer todo lo posible para que las repercusiones de su partido contra “Los justos” no acaben poniendo en peligro su existencia.
Una nueva aventura en la que la diversión, la intriga y el fútbol están garantizados, con un final inesperado y, una vez más, con un magnífico rato de lectura que encantará a los lectores infantiles.
Y un nuevo ejemplo de que el fútbol y la literatura forman una pareja ideal como puerta de acceso a la lectura. Recordemos, en este sentido, lo que opina Roberto Santiago, su autor:
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