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Desde que Bill Murray quedó “Atrapado en el tiempo”, todo el mundo sabe que el día 2 de febrero es el “Día de la Marmota”. Se trata de una peculiar y popular celebración mediante la cual los granjeros de Estados Unidos intentan predecir cuando será el final del invierno.
A unos cuantos kilómetros de distancia existe otro colectivo para quien el día 2 de febrero es también motivo de celebración. Se trata de los aficionados del Club Necaxa mexicano, el equipo de Juan Villoro, quienes conservan en el recuerdo que un día como el de hoy, el 2 de febrero de 1961, su equipo consiguió vencer por 4 a 3 al todopoderoso Santos de Brasil en el que jugaba Pelé.
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Buscando por internet se pueden encontrar numerosas crónicas sobre ese encuentro, como por ejemplo esta publicada en el diario Excelsior. También Villoro, a la hora de explicar de donde proviene su afición por el Necaxa, hace una breve referencia a ese legendario partido en “Dios en redondo” :
Durante 57 años el Necaxa no fue campeón de liga, ha desaparecido dos veces del primer circuito (la última me tocó en la adolescencia: mi equipo fue sustituido por el Atlético Español y regresó años después con un sobrenombre distinto, los Rayos). Ahora el más gitano de los clubes juega en Aguascalientes, que para los aficionados del Distrito Federal es una especie de Patagonia. Y, sin embargo, esa es la escuadra que una noche le ganó al Santos con todo y Pelé; donde el Fu Manchú Reynoso conquistó su apodo de mago al desaparecer un balón en la cancha; donde Álex Aguinaga, un gladiador cansado que respiraba con la boca abierta, arrastró a los suyos a un título en el que ya nadie creía. Los necaxistas no hemos necesitado ver la iglesia sumergida en la presa para creer en ella. En los días de milagro ahí suenan las campanas.