Por si estáis pensando en regalar fútbol y literatura estas navidades, os dejo con las sinopsis de cuatro libros futboleros recientemente publicados y con los que el disfrute y la victoria están asegurados.
Decía el maestro Eduardo Galeano que un escritor debe ayudar a mirar a los demás. Gambetas entre un discípulo de Bolaño y un fanático de D10S rinde homenaje a escritores y personajes de la cultura popular latinoamericana que nos llevaron a mirar el fútbol de una manera diferente.
A través de 45 goles repartidos en 45 relatos, y unos minutos de tiempo extra, este libro nos transporta a episodios olvidados y legendarios de la historia del fútbol. En estas crónicas de ficción, te encontrarás con autores como Alejandro Zambra, Mariana Enriquez o Nicanor Parra, pero también con iconos como Gardel, Evita o Chespirito.
Los invitamos a gambetear con todos ellos. ¡Literatura y fútbol, carajo!
Moneda al aire, de Sergio Vázquez Jodar (Revista Panenka)
Jacobo Fandiño es un jugador de fútbol que acaba de fichar por un gran equipo pero no va sobrado de confianza. Bruna Vila es una periodista deportiva que lo borda con sus crónicas en un mundo atestado de señoros y clickbait. Vicente Parrado es un aficionado que se agarra a los viejos tiempos mientras cuida de su padre enfermo. Aunque cada uno trate de hacer su camino, los tres solo contemplan un destino: cuando llegue el verano, irán al Mundial.
Mientras lees esta novela, el ejercicio prodigioso y vibrante de un autor que se atreve a jugar con la estructura y la narración a varias voces como el más fino de los mediapuntas, suena el tic-tac de una cuenta atrás. 330 días en los que el fútbol y la vida funcionan como dos espejos que se devuelven el mismo reflejo. Porque es indiferente si las historias suceden dentro o fuera del campo: lo importante es que nos hablen de nosotros mismos.
Subcampeón, de Ander Izagirre y Zuhaitz Gurruchaga (Libros del KO)
Con diecinueve años, Zuhaitz Gurrutxaga cumplió el sueño de su vida: debutar con la Real Sociedad en Primera División. La perla de la cantera guipuzcoana cautivó a los aficionados y a la prensa, pero empezó a sentir cada vez más presión: «Tenía mucho miedo a fallar en el campo. Llegué a odiar el fútbol por todo lo que me hacía sufrir». Una noche de verano se le voló la cabeza y creyó que se había vuelto loco para siempre. No tenía palabras para nombrar lo que le pasaba, no se atrevía a contárselo a nadie, y en los terrenos de juego trataba de disimularlo como podía. El mismo día en que Gurrutxaga se proclamó subcampeón de Liga con la Real, su madre se asustó tanto con su comportamiento que buscó una psicóloga al azar y lo llevó a su consulta.
Gurrutxaga fue cayendo por equipos de Primera, Segunda, Segunda B y Tercera, mientras luchaba contra la ansiedad, la depresión y un grave trastorno obsesivo-compulsivo. Lo curioso es que nunca perdió el humor. Cuando colgó las botas, se subió a los escenarios de los teatros para contar las tripas del fútbol profesional, sus propias batallitas, sus desastres deportivos y sexuales, sus variados y rocambolescos fracasos, en monólogos muy divertidos. Gracias a su radical y tierno sentido del humor, se reconcilió con el fútbol y consigo mismo.
Subcampeón es una autobiografía desternillante, cruda y honesta, entre la comedia y la angustia, cocinada a cuatro manos entre Gurrutxaga y Ander Izagirre, que discurre entre los bares de música bakalao de Elgoibar y las discotecas pijas de Madrid, que salta de la consulta de la psicóloga a la playa de Copacabana, y por donde desfilan personajes como Javier Clemente, Toshack o David Bustamante. Un libro que se lee como un tobogán: rápido, divertido y con un poco de miedo.
Es el segundo tiempo y el Tanque se mueve inquieto dentro del área técnica. El equipo de futbol que dirige está a punto de descender a segunda división si pierde este partido. Faltan pocos minutos, pero hasta ahora ningún equipo ha anotado un gol. Desde su pequeña prisión de director técnico, el Tanque enfrenta algo más que un marcador: está en juego su futuro tanto como su pasado. Con la garganta hecha trizas, lucha a voz en grito contra la torpeza de sus propios jugadores, el escándalo de la porra local y la arrogancia del árbitro. Pero además del juez en la cancha, hay alguien más que determinará su destino: una mirada lo observa implacable desde la cabina del VAR.
En la sección de literatura deportiva del Radioestadio Catalunya de Albert Arranz, en Onda Cero Catalunya, del miércoles día 20, hicimos algunas recomendaciones de obras para regalar con motivo de la Diada de Sant Jordi y el Día del Libro. Fueron, en concreto, las siguientes:
Una invitación entusiasta a lo mejor de la vida. Una reivindicación de la felicidad, el amor y la amistad a partir del fútbol.
Este libro es un tratado literario de filosofía epicúrea que reivindica la felicidad y ensalza el amor, la amistad, los libros, la bondad… a partir del fútbol. El narrador parte de los entrenamientos y partidos de su hijo, pero también de la pasión hacia las grandes ligas, los jugadores míticos o sus recuerdos infantiles como aficionado, con la «liturgia» que significaba ir al campo, y en cada uno de estos aspectos, en cada anécdota, en cada rememoración, abandona el fútbol para adentrarse en temas universales. Carlos Marzal va y viene, cuenta ritos de paso, escenas divertidísimas con padres que animan a sus hijos, conversaciones con otros escritores aficionados, historias sin fin que culminan en un capítulo emocionante, el del homenaje a su amigo Antonio Cabrera. El lector descubre entonces que el libro es en realidad un recorrido por la vida, y una invitación a lo mejor de ella, porque para una mirada entusiasta todo forma parte de un mismo universo.
Un recorrido por la vida de la persona más importante del baloncesto en la época moderna. Un hombre que, sin haberse vestido de corto ni botado un balón, tuvo más impacto en el juego y su desarrollo que cualquier all-star. Dirigió la NBA con mano de hierro durante treinta años. Y es que, ciertamente, David Stern fue la NBA y la NBA fue David Stern.
En 1909 Italia era un país recién hecho. Una de las ideas más rocambolescas para terminar de cuajarlo fue precisamente el Giro, un desfile de vampiros, saltimbanquis, lunáticas, fascistas, partisanos, piratas y caníbales que pasó rodando desde los Alpes hasta Sicilia ante la puerta de millones de italianos. Y los unió alrededor de la épica, la tragedia y la comedia del ciclismo.
Como suele ocurrir con los buenos inventos, el Giro fue tachado de hereje desde todos los púlpitos: los socialistas despreciaban a esos jóvenes que solo se interesaban por «hacer el amor y correr en bicicleta». La prensa del Vaticano escribió que «el velocipedismo es la anarquía aplicada a la locomoción, un intento de negar las leyes físicas y las del transporte» (cuesta encontrar una definición más bella y apetecible del ciclismo). A Mussolini lo seducían la modernísima velocidad del automovilismo, la aviación y el esquí, el porte viril de boxeadores y nadadores, la fuerza del fútbol para adoctrinar a las masas, y despreciaba a los ciclistas como figuras tristes, escuálidas y lentas, indignas del hombre nuevo fascista.
Después de Plomo en los bolsillos, su libro sobre el Tour de Francia, Ander Izagirre pedalea en estas páginas con la bicicleta de acero de Bottecchia para transportar una ametralladora por los Alpes y frenar a los austrohúngaros, con la bicicleta galáctica de Francesco Moser para derretir el tiempo. Tiembla con Charly Gaul y Johan Van der Velde, dos ciclistas desnudos que atravesaron tormentas polares y perdieron la cabeza. Sube con Marco Pantani hasta el infierno. Espera a Luigi Malabrocca, que se gana la vida llegando siempre el último. Asiste a las tremendas batallas de Gimondi contra Merckx, de Fuente contra Merckx, y a la más tremenda de todas: la de Merckx contra Merckx. Escucha a Florinda Parenti, que ganó el campeonato de Italia más difícil de todos. Se asombra con Marino Lejarreta, ante el misterio de las montañas que de repente desaparecen. Sigue la rueda de Alfonsina Strada, Fiorenzo Magni, Vincenzo Nibali. Y cuenta las andanzas y malandanzas de aquellos dos, por supuesto, de Gino Bartali y del otro, cómo se llamaba, sí, «ese tal Fausto Cappi».
La vida de Manuel Orantes (Granada, 1949) es una novela de aventuras con mensaje incluido. El argumento se centra en un protagonista que vive su infancia en uno de los lugares más desfavorecidos de la Barcelona de los años sesenta, una barraca autoconstruida en el Carmel, y que encuentra en el tenis un ascensor social y un sistema de valores.
Un relato que también es un canto a la superación personal y que retrata la personalidad de un deportista de élite que recibió el calificativo de artista por su juego peculiar. De la mano de Félix Sentmenat, nos acercaremos al tenista y a la persona, que nos contará sus recuerdos, sus dudas, sus problemas físicos, sus éxitos y sus derrotas, todo ello enmarcado en una época irrepetible en la que el país despertaba de una larga dictadura.
Manuel Orantes, buena persona además de buen tenista, concita a su alrededor elogios unánimes. Los testimonios aquí recogidos, entre los que destacan leyendas de su época como Borg, Connors, Vilas, Nastase o Stan Smith, lo certifican. Solamente su modestia explica que un libro como este no haya aparecido antes.
La biografía definitiva y más actualizada del piloto de Fórmula 1 más laureado de todos los tiempos.
Con siete títulos mundiales y más de un centenar de victorias, Lewis Hamilton es, sin discusión, el piloto de Fórmula 1 más exitoso de todos los tiempos. Pero su ascenso estelar en las filas del automovilismo no fue de ninguna manera sencillo.
Esta es la historia de sir Lewis Hamilton, desde sus orígenes en la isla de Granada y su modesta infancia en un barrio popular de Stevenage hasta aquel ya lejano primer Mundial del 2008. A este primer éxito le seguiría una sucesión de momentos memorables marcados por sus enconadas rivalidades con Fernando Alonso, Sebastian Vettel, Nico Rosberg y, más recientemente, con Max Verstappen. Junto al holandés protagonizaría en el 2021 uno de los finales de Mundial más disputados y emocionantes de la historia. Aunque vio cómo se le escapaba la victoria en el último suspiro, Lewis Hamilton volvió a demostrar la grandeza del piloto más laureado de todos los tiempos.
La aventura de esta iniciativa solidaria y sin ánimo de lucro continúa. El grupo de más de 40 periodistas mantiene el mismo objetivo de su creación y el 2022 recauda fondos para la Fundación Pallapupas.
La historia nos demuestra que existe un espíritu que se niega a rendirse, un espíritu encarnado por hombres y mujeres que han luchado por la justicia y la libertad a través de los tiempos.
A lo largo de la historia, han sido muchos los deportistas que han dado ejemplo de tolerancia, superación, trabajo en equipo o respeto al otro. Algunos de ellos eran mundialmente famosos. Otros sin embargo eran personas anónimas que en algún momento lograron establecer una marca más allá de lo puramente deportivo. Pequeños grandes gestos en el deporte recoge algunas de estas historias y trata de demostrar cómo el deporte puede ser también una importante herramienta para la transformación social.
Pequeños Grandes Gestos es una colección de libros ilustrados para que niños y niñas se familiaricen con valores como la tolerancia, la justicia y la convivencia, animándoles mediante el ejemplo a convertirse también ellos en protagonistas de su propia historia.
En la sección de literatura deportiva de ayer del programa Radioestadio Catalunya de Albert Arranz, en Onda Cero Catalunya, hice algunas recomendaciones de libros especialmente destinadas a los amantes del ciclismo. Fueron, en concreto, las siguientes:
Pélissier, ganador del Tour de 1923, protestaba contra la dureza del reglamento: «Pronto nos colocarán plomo en los bolsillos». El pequeño Robic, ganador del 47, se cargaba de plomo para bajar más rápido. Para el autor, la magia del ciclismo nace siempre de ese misterio que existe más allá de la frontera del sufrimiento, y el sufrimiento que impone el Tour es de plomo, como lo es el empeño de los ciclistas.
En ese equilibrio se mueven los dieciséis episodios de este libro en el que se descubre la cara B del Tour de Francia, desde las victorias y derrotas más legendarias hasta las malandanzas de los primeros corredores del Tour; historias trágicas como las últimas 40 pedaladas de Tom Simpson antes de morir en el Mont Ventoux o divertidas como la de Vicente Blanco, un cojo bilbaíno que se dopaba con bacalao y que pedaleó hasta París para salir en el Tour.
Anécdotas que destacan la épica y el sufrimiento del ciclismo pero también la generosidad y gentileza que se desprenden de este deporte. Los duelos memorables entre Coppi y Bartali, Anquetil y Poulidor, Kübler y Koblet, Merckx y Ocaña o las hazañas de Induráin, Hinault y Amstrong, pero también el reconocimiento a las figuras menos visibles y reconocidas como Walkowiak, que se arrepintió de ganar el Tour, o el argelino Zaaf que a las puertas de ser el primer africano en ganar una etapa del Tour se emborrachó y cayó mareado.
El Alpe d’Huez, de Javier García Sánchez (Plaza Janés, 1994)
En la salida de la etapa más dura del Tour de Francia se encuentra un ciclista cántaro al que sus conocidos llaman Jabato. Tiene más de treinta y seis años y nadie cuenta con él. Por delante tres de los grandes colosos pirenáicos: la Croix de Fer, el col del Galibier y el final de etapa en el Alpe D´Huez. Jabato se abertura a atacar desde lejos para intentar ganar la etapa.Todo el mundo sabe que es imposible que un hombre tan veterano pueda resistir. Pero Jabato se obstina y su locura llega a parecer sensata…
En la cuarta etapa del Tour de Francia, Tobias Gros, el favorito e imbatible ganador de las cuatro últimas ediciones de esta carrera, muere asesinado mientras descansa en el hotel tras una jornada agotadora. La conmoción es enorme y pronto corren los rumores. Uno de los primeros sospechosos es Santi Mieses, corredor del equipo rival que habló con Gros poco antes de que éste fuera asesinado. Para atajar las habladurías, Luis Carrión, el director del equipo donde pedalea Mieses, contrata al detective Ricardo Cupido, mero espectador de una de las etapas reinas: el ascenso al Tourmalet. En su investigación, Cupido se adentra en el mundo de los ciclistas y conoce de primera mano los manejos entre equipos, los papeles que se reparten los corredores en cada etapa, las disputas y enemistades entre ciclistas o los escurridizos equipos médicos que proporcionan el dopaje en dosis exactas. Pero también el protagonismo callado, pero no menos crucial, de los «gregarios». Además de la novela más intensa y emotiva de Eugenio Fuentes, Contrarreloj es un homenaje fascinado a quienes entregan sus días y sus desvelos a un deporte durísimo y admirable.
Cuatro incidentes en el Tour de Francia han alertado a la policía: un atropello, un violento asalto, una sospechosa intoxicación y un supuesto suicidio. En más de un siglo nada había alterado el orden de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo hasta ahora que es evidente que hay un asesino en el pelotón de corredores. Marc Moreau, miembro clave del equipo cuatro veces campeón, es reclutado para seguir de cerca las huellas del culpable. Marc sabe que con tal de ganar una etapa del Tour, hay ciclistas dispuestos a morir en descensos suicidas a más de noventa kilómetros por hora; pero ahora también hay algunos dispuestos a matar para conseguirlo. En una competencia que parece destinada a la desgracia y en la que todos los involucrados se convierten en víctimas y culpables, Moreau tiene frente a sí la oportunidad de su vida y, al lado de Fiona —su novia y jefe de mecánicos— y Steve Panata —su mejor amigo y cuatro veces campeón—, tendrá que decidir entre la traición, el triunfo o incluso la muerte en una frenética batalla en solitario contra el cronómetro.
Escrito por Herbie Sykes tras una exhaustiva labor de investigación, hablando con muchos de los protagonistas y buceando en los archivos de la Stasi y en la hemeroteca de la época, se trata de un libro que nos llevará a la época gloriosa de la Carrera de la Paz, la gran vuelta por etapas del bloque socialista que congregaba a grandes multitudes en su recorrido por Polonia, Checoslovaquia y la RDA. En este caso, se centra además en la RDA de los sesenta y en uno de los grandes ciclistas de dicho país: Dieter Wiedemann.
Dieter Wiedemann formaba parte de la selección de la RDA que disputaba la Carrera de la Paz en los 60. Héroe local, conoció a una chica del otro lado de la frontera y huyó a la RFA capitalista, donde compitió varios años en profesionales llegando a debutar en el Tour de Francia. Cuando el telón de acero dividía Europa, Dieter Wiedemann era un héroe del deporte en Alemania Oriental. Alcanzó el podio de la Carrera de la Paz, el equivalente al Tour de Francia del bloque del Este, que era a su vez otra muestra de la supremacía del socialismo sobre el “fascista” Occidente.
Sin conocimiento de las autoridades, Dieter se enamoró de Sylvia Hermann, una chica del otro lado del muro. La doctrina socialista establecía que ambos pertenecían a “clases enfrentadas”, y como famoso deportista que era, cada paso que daba era estrechamente vigilado por la Stasi. Pero aborrecía su ideología y vio en Sylvia su única opción hacia la libertad. A pesar de que era consciente de que podría ser un juego mortal, decidió jugar al gato y al ratón y planeó su fuga.
En 1964 fue enviado, por primera y única vez a Alemania Occidental. Era para disputar una prueba clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964, pero en lugar de correrla cometió la mayor de las traiciones que se podían realizar al régimen socialista. Dieter Wiedemann, icono del deporte y peón soviético, desertó para cambiarse de bando.
Mientras Wiedemann completaba su sueño de competir en el Tour de Francia, su deserción causó un gran escándalo. La Stasi intentó “repatriarlo”, con horribles consecuencias tanto para él como para los familiares que dejó atrás. Más de cincuenta años después y veinticinco años después de la caída del muro de Berlín, Dieter Wiedemann decidió que había llegado el momento de contar su historia. A través de su testimonio y de otras personas involucradas, y buceando en los archivos de la Stasi, que le habían acosado durante casi medio siglo Herbie Sykes nos descubre una increíble historia. Una historia de amor y traición, de las locuras del corazón durante la guerra fría y de la carrera ciclista más grande del mundo.
Herbie Sykes ganó con este libro el British Sports Book Awards como mejor libro de ciclismo del año 2015. Se trata de un libro que mezcla testimonios directos de los protagonistas con reproducciones de documentación de la Stasi, cartas reales de la época, así como de extractos de periódicos.
Imaginemos a Sócrates, Aristóteles, Nietzsche, Pascal u otros filósofos en la línea de salida de una gran carrera. Sigamos su preparación hacia el Tour de Francia, la prueba ciclista más prestigiosa del mundo a la que han sido invitados. Compartamos sus preguntas, dudas, discusiones. Reflexionemos a su lado. Pedaleemos con estos divertidos deportistas, estos filósofos-ciclistas, estos ciclósofos, como les llama Guillaume Martin. Se dice que están dotados de una poción mágica: su inteligencia. ¿Podrán así conquistar el codiciado maillot amarillo?
En Sócrates en bicicleta, Martin nos abre las puertas de la imaginación para introducirnos en el mundo del ciclismo y hacernos reflexionar. El ensayo se mezcla con la ficción, la fábula con las meditaciones más profundas. Nietzsche entrenando con valentía, ilustres filósofos escalando puertos junto a los grandes campeones, Heidegger cayendo en una zanja, Sócrates tomando la delantera del pelotón o incluso Sartre dirigiendo la selección francesa… Una fantasía filosófica cuyo objetivo es borrar muchos tópicos asociados a los deportistas, demostrando que el esfuerzo físico de alto nivel no es enemigo de la actividad intelectual, y que la cabeza y las piernas no tienen por qué ir por separado. Porque, como acertadamente nos recuerda Bergson, “debemos pensar como hombres de acción y actuar como hombres de pensamiento”.
Yo, Alfonsina, de Joan Negrescolor (Thule Ediciones, 2020)
Alfonsina Strada desde niña sentía pasión por montar en bicicleta, tanto que se hizo ciclista. Tuvo que irse de casa, tuvo que vestirse como un chico y luchar contra las convenciones sociales para competir, pero logró ser la primera mujer ciclista en participar en el Giro de Italia (1924). Conocida como la Reina del Pedal, hoy es un símbolo de lucha y resistencia.
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