En el partido que el pasado sábado jugaron el F. C. Barcelona y el Rayo Vallecano un jugador destacó por encima del resto: Neymar da Silva Santos Junior, más conocido como Neymar. Al margen de los cuatro goles que marcó, lo que hizo sobre el césped del Camp Nou fue una auténtica demostración de control total del cuerpo, de coordinación absoluta de todos los músculos del cuerpo, de armonía de movimientos, de habilidad y excelencia técnica, de imaginación en el regate, de velocidad y rapidez mental… En fin, de todo lo que caracteriza a un auténtico crack mundial.
Por si todavía no lo habéis podido disfrutar, aquí tenéis un resumen de sus intervenciones.
Espectacular, ¿verdad? Pues todo lo que habéis visto, en realidad, fue posible gracias a unos diminutos seres a los que nadie ha visto, que viven en el Camp Nou, y que el sábado evitaron una auténtica catástrofe que nos habría dejado sin partido: los Fanculés.
Los lunes por la mañana acostumbran a ser los días más tranquilos en el Camp Nou. Después de la resaca futbolística del fin de semana, la calma inunda las gradas desde el Gol Norte hasta el Gol Sur, y el césped del campo, acariciado por la brisa, se balancea como si fuera un paraje perdido entre montañas inhóspitas.
La semana comenzó con un lunes idéntico al de todas las semanas para los Fanculés. Fankú y Fanbala aprovechan la tranquilidad del Camp Nou para salir a buscar los «fanchivaches» que guardarán en el «fantrastero«. Fantrépido cruzará como siempre el campo con los aspersores en marcha y sin mojarse. Fanmanitas se dedicará a diseñar esos inventos, como la «fanherramienta multiusos» que tan útiles les resultan…
En fin, que todo transcurría con la máxima normalidad hasta que aparecieron «las tres fancotillas«, las fanculés más chafarderas del estadio y explicaron al resto que habían oído una conversación en tribuna que de ser cierta sería una auténtica catástrofe.
– ¿Y qué habéis escuchado? -quiso saber Fantrépido, intrigado.
– Mientras hacíamos la siesta… -explicó Fanprimera.
– Hemos oído que hoy llega una autoridad… -añadió Fansegunda.
– Hermana, prima o tía de la Ratata Comenata! -cridó la Fantercera.
– ¿Cómo? ¿De quién se trata? -preguntó Fanmanitas.
– ¡La Princesa Comenata! -gritaron las tres a la vez.
Evidentemente, que la Ratata Comenata, principal enemigo de los Fanculés, recibiera la visita de la Princesa Comenata no podía significar nada bueno. ¿Qué estarían tramando? ¿Qué trampa estarían preparando? Ante la posibilidad de peligro a la vista, los Fanculés decidieron mantenerse alerta y estar listos para actuar ante lo que pudiera ocurrir.
Pero justo cuando empezaron a movilizarse para tenerlo todo a punto se vieron inmersos en un situación de peligro cuando aparecieron las aspiradoras que se dedican a la limpieza del estadio.
«La princesa comenata» («La princesa menjanata«) es otra apasionante aventura de los Fanculés, magníficamente ilustrada y encuadernada, que los lectores a partir de 6 años disfrutarán muchísimo gracias a sus originales personajes y las peripecias en las que se ven inmersos.
FICHA TÉCNICA
Fanculés 2. La princesa Comenata
- Carles Sala i Vila \ Eloi Sala i Vila \ Jose Labari (ilustr.)
- Edad: a partir de 6 anys
- Género: Narrativa corta
- Encuadernación: Cartoné
- Medidas: 15,5 x 21,0 cm
- Páginas: 72
- Idioma: Castellano
- EAN: 9788424654252
- PVP: 12,02/ 12,50€
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