Martes de Carnaval y el primer partido de fútbol

 

Hoy es Martes de Carnaval, y recupero el artículo que publiqué hace un par de años para conmemorar que un día como hoy, de hace más de 1800 años, se celebró el primer partido de fútbol.

 

46-pueblo

Imagen de www.http://jorgegatocruzteista.blogspot.com.es


Hoy es Martes de Carnaval, el último día de Carnaval, el anterior al Miércoles de Ceniza, con el que se da comienzo a la Cuaresma. Hasta aquí la explicación académica. Porque a nosotros nos interesa mucho más el hecho de que hoy, según refieren algunos estudios, se cumplirían exactamente 1800 de la celebración del primer partido de fútbol. Se trata del que se disputó en la población inglesa de Derby el martes de Carnaval del 217 d. C.

Se pueden encontrar numerosas referencias a este episodio histórico. Por ejemplo, la primera parte de “Épica y lírica del fútbol” de Julián García Candau, ofrece una completísima introducción histórica a la evolución del fútbol, incluyendo referencias a la presencia de ese antepasado del fútbol durante la celebración de los carnavales:

“En aquella ocasión, la ciudad llevaba sitiada cinco meses por las tropas de Carlos I de España y V de Alemania. El asedio duró desde septiembre de 1529 a agosto de 1530. La ciudad estaba sitiada y no se recordaba un carnaval sin parido de «calcio». Pandolfo Puccini, el más famoso de los Gastadores de Florencia, sugirió la posibilidad de jugar un partido, cuyo interés legítimo estaba en que las tropas sitiadoras vieran, desde fuera, la celebración del mismo, lo que venía a significar que la moral de los defensores era alta”.

mobfooty

Imagen de www.wikipedia.es

 

Otra referencia es la que encontramos en el libro “Umberto Eco y el fútbol”, de Peter Pericles Trifonas y publicado por la Editorial Gedisa. Un fragmento de la contraportada del libro hace referencia a que “el fútbol es más que un juego; es un sistema de signos que codifica las experiencias y le da significados a diversos niveles. Permite al espectador leer la vida con ayuda de los recursos mediáticos que orientan y controlan nuestra visión de las experiencias”.

Si nos adentramos en el terreno de la interpretación de los signos y la semiótica, el referente es Eco. Y, así, seguimos leyendo: “Umberto Eco y el fútbol” muestra a Eco entregado a la crítica cultural, quien avanza por los caminos sinuosos de los signos de la cultura con la mirada aguda y atenta a los detalles olvidados del gran texto de la vida, sus equívocos e interpretaciones erróneas”.

Y, a continuación, el texto continúa haciendo referencia al partido celebrado el 217 en el marco de las celebraciones de carnaval:

“… Eco hace gala de una acerada ironía cuando afirma que ama los deportes «peligrosos» (como el fútbol) por su tendencia a eliminar una de las grandes lacras de la humanidad: el Homo sportivus, el plusmarquista atlético, permitiendo así que el común de los mortales siga poblando la tierra en anónima mediocridad.

Al establecer una comparación directa entre el fútbol y los juegos circenses –y más concretamente el espectáculo de los gladiadores en el Circo Máximo- Eco alude a las raíces históricas del deporte en el espectáculo de euforia, libertinaje y usurpación que supone la celebración de una victoria bélica. El primer partido del que se tiene constancia data del martes de Carnaval del año 217 d.C., en lo que hoy conocemos como Derby, Inglaterra. El «fútbol» se jugaba como parte de los fastos con que se celebraba una decisiva victoria militar sobre una guarnición romana. En el año 1175, el partido del martes de Carnaval ya se había convertido en un acontecimiento anual. Más tarde, la implantación del rugby hacia el año 1823 trajo consigo la confusión entre los nombres de ambos deportes, y la palabra «soccer» -abreviatura de «association football»- surgió con la fundación de la London Football Association (1863), destinada a promocionar el deporte que ponía el énfasis en la introducción de la pelota en la portería mediante una patada. La mayoría de las formas modernas de fútbol no son sino adaptaciones de juegos ancestrales, como el harpaston o harpastrum, que se jugaba en las antiguas Grecia y Roma, y que aún hoy se practica en la región de la Toscana y en Florencia bajo el nombre de calcio, que es también como se conoce el fútbol hoy en día en Italia.

3522-1

 

Martes de Carnaval: 1800 años del primer partido de fútbol

46-pueblo

Imagen de www.http://jorgegatocruzteista.blogspot.com.es


Hoy es Martes de Carnaval, el último día de Carnaval, el anterior al Miércoles de Ceniza, con el que se da comienzo a la Cuaresma. Hasta aquí la explicación académica. Porque a nosotros nos interesa mucho más el hecho de que hoy, según refieren algunos estudios, se cumplirían exactamente 1800 de la celebración del primer partido de fútbol. Se trata del que se disputó en la población inglesa de Derby el martes de Carnaval del 217 d. C.

Se pueden encontrar numerosas referencias a este episodio histórico. Por ejemplo, la primera parte de “Épica y lírica del fútbol” de Julián García Candau, ofrece una completísima introducción histórica a la evolución del fútbol, incluyendo referencias a la presencia de ese antepasado del fútbol durante la celebración de los carnavales:

“En aquella ocasión, la ciudad llevaba sitiada cinco meses por las tropas de Carlos I de España y V de Alemania. El asedio duró desde septiembre de 1529 a agosto de 1530. La ciudad estaba sitiada y no se recordaba un carnaval sin parido de «calcio». Pandolfo Puccini, el más famoso de los Gastadores de Florencia, sugirió la posibilidad de jugar un partido, cuyo interés legítimo estaba en que las tropas sitiadoras vieran, desde fuera, la celebración del mismo, lo que venía a significar que la moral de los defensores era alta”.

mobfooty

Imagen de www.wikipedia.es

Otra referencia es la que encontramos en el libro “Umberto Eco y el fútbol”, de Peter Pericles Trifonas y publicado por la Editorial Gedisa. Un fragmento de la contraportada del libro hace referencia a que “el fútbol es más que un juego; es un sistema de signos que codifica las experiencias y le da significados a diversos niveles. Permite al espectador leer la vida con ayuda de los recursos mediáticos que orientan y controlan nuestra visión de las experiencias”.

Si nos adentramos en el terreno de la interpretación de los signos y la semiótica, el referente es Eco. Y, así, seguimos leyendo: “Umberto Eco y el fútbol” muestra a Eco entregado a la crítica cultural, quien avanza por los caminos sinuosos de los signos de la cultura con la mirada aguda y atenta a los detalles olvidados del gran texto de la vida, sus equívocos e interpretaciones erróneas”.

Y, a continuación, el texto continúa haciendo referencia al partido celebrado el 217 en el marco de las celebraciones de carnaval:

“… Eco hace gala de una acerada ironía cuando afirma que ama los deportes «peligrosos» (como el fútbol) por su tendencia a eliminar una de las grandes lacras de la humanidad: el Homo sportivus, el plusmarquista atlético, permitiendo así que el común de los mortales siga poblando la tierra en anónima mediocridad.

Al establecer una comparación directa entre el fútbol y los juegos circenses –y más concretamente el espectáculo de los gladiadores en el Circo Máximo- Eco alude a las raíces históricas del deporte en el espectáculo de euforia, libertinaje y usurpación que supone la celebración de una victoria bélica. El primer partido del que se tiene constancia data del martes de Carnaval del año 217 d.C., en lo que hoy conocemos como Derby, Inglaterra. El «fútbol» se jugaba como parte de los fastos con que se celebraba una decisiva victoria militar sobre una guarnición romana. En el año 1175, el partido del martes de Carnaval ya se había convertido en un acontecimiento anual. Más tarde, la implantación del rugby hacia el año 1823 trajo consigo la confusión entre los nombres de ambos deportes, y la palabra «soccer» -abreviatura de «association football»- surgió con la fundación de la London Football Association (1863), destinada a promocionar el deporte que ponía el énfasis en la introducción de la pelota en la portería mediante una patada. La mayoría de las formas modernas de fútbol no son sino adaptaciones de juegos ancestrales, como el harpaston o harpastrum, que se jugaba en las antiguas Grecia y Roma, y que aún hoy se practica en la región de la Toscana y en Florencia bajo el nombre de calcio, que es también como se conoce el fútbol hoy en día en Italia.

 3522-1