Dice el gran Juan Villoro que «un estadio es un buen sitio para tener un padre. El resto del mundo es un buen sitio para tener un hijo«. Las relaciones paternofiliales han sido un fructífero tema en la literatura futbolera. La afición compartida, o el traspaso de la pasión por un club es uno de los argumentos que podemos encontrar en el terreno de juego del fútbol y la literatura. Hace ya más de un año cité algunas obras de este estilo en la sección de literatura deportiva con la que colaboro en el programa Radioestadio Catalunya, de Albert Arranz, en Onda Cero Catalunya.
Hoy, Día del Padre, es un buen momento para recuperarlas. Fueron, en concreto, las siguientes:
Hay libros que tienen la extraña capacidad de hacerte descubrir que también estás compuesto de fibras, y que esas fibras, a menudo sepultadas por capas y capas de caparazones también existen y están deseando salir a flote. En mi caso, he conseguido mantener en forma la fibra literario-futbolera, ejercitándolas a menudo, sacándolas a pasear al menos tres veces por semana y haciéndolas disputar el partido de los domingos.
Lo que ya no es tan habitual es que a ellas se sume también la fibra sensible, esa a menudo desconocida que todos llevamos dentro y cuya timidez la lleva a manifestarse en contadas ocasiones.
Hace años tuve un entrenador que llevaba un estudio pormenorizado de tres biorritmos de cada jugador: el físico, el anímico y el intelectual. Según la fase en la que cada uno de ellos se encontrara (alta o baja) el rendimiento durante el partido sería uno u otro. Pues bien.
Si tuviera que aplicar esa misma metodología al libro que protagoniza esta reseña, y en lugar de biorritmos lo que debiera evaluar fueran fibras, el resultado sería óptimo, puesto que ha conseguido tocarme la fibra literaria, la futbolera y la sensible con una gran intensidad.
Y es que “Soñar goles. Fútbol (y cuentos) de padres a hijos”, escrito por Miquel Nadal e ilustrado por Luis Galbis, y publicado por la editorial valenciana Llibres de la Drassana, es una de esas pequeñas maravillas con la que de tanto en tanto tropiezas y sabes que pasarán a convertirse para siempre en uno de esos compañeros de viaje que siempre llevarás contigo.
El libro es el número 1 de la colección «Estar en un núvol«, destinada a «libros de fantasía para soñadores de todas las edades«.
Fijaos en la sinopsis:
Miquel Nadal ha escrito un libro que, aún sin saberlo, están esperando todos los padres y madres aficionados al fútbol. Ha adaptado 13 relatos infantiles de la literatura universal y los ofrece a los lectores como él los contaba a sus hijos, con la misma delicadeza y sensibilidad.
Y en el índice podemos ver el nombre de los cuentos incluidos en el libro y su equivalencia con los cuentos tradicionales de los que derivan:
La previa
El futbolista de plomo (El soldadito de plomo)
El alfabeto feo (El patito feo)
La nueva camiseta del equipo (El vestido nuevo del emperador)
El suplente (La cenicienta)
Los tres delanteros (Los tres cerditos)
Borumballa (Pinocchio)
El portero de la gorra roja (Caperucita roja)
El clarinete de Benimaclet (El flautista de Hamelín)
Nacho y las pipes mágicas (Pedro y las alubias mágicas)
Ester, la Rubiasol (Blancanieves)
Toni y Andreu (Hansel y Gretel)
El capitán feliz (El príncipe feliz)
El cuento de la tanda de penaltis (El cuento de la lechera)
«Si el mundo se podía explicar con el número tres, y si las pirámides estaban hechas de triángulos, los tres hermanos Valero podían ser una lanza con la que asustar a los defensas gigantes y con sus pases hacer triángulos imaginarios para despistar a los porteros, por mucho que gritaran con la potencia del lobo en el cuento de los tres cerditos».
Fragmento de «Los tres delanteros«, en «Soñar goles«
Las tocadas de fibra de este libro lo han sido por tres bandas. Por un lado, porque soy un firme defensor de la frase de Javier Marías que no me canso de repetir en cuanto tengo ocasión: “El fútbol es la recuperación semanal de la infancia”. A la que añado: “Y el Fútbol Club de Lectura es mi juguete de adulto”. Ante semejante silogismo, imaginad cómo me siento al descubrir un libro en el que la infancia se manifiesta en una de sus máximas expresiones: los cuentos más tradicionales para dormir, y además ¡futboleros!
Pero también me toca la fibra la componente de padre que ha de actuar de inventor de narraciones, porque sé muy bien en qué consiste ese papel. Yo lo he practicado, con una temática diferente (castellera, en concreto). Yo también me inventaba cuentos durante una época a petición de mi hijo, a oscuras.
Por eso, lo de “Soñar goles” me parece una de esas jugadas que pocas veces suceden sobre el terreno de juego y que todo el mundo acaba recordando y convirtiendo en leyenda. Porque durante unas noches me he visto leyendo a mi hijo la adaptación al mundo del fútbol de cuentos tan tradicionales como “Caperucita roja”, “El soldadito de plomo”, “Pinocho” o “La Cenicienta”, entre otros. Una adaptación realizada por un padre a quien sus hijos pedían que se inventara cuentos. Lo dicho: una jugada de “traca y mocador”.
Así, he visto como una especie de círculo se cerraba, el que me llevó un día a comenzar a leer a mi hijo libros infantiles cuya tema central era el fútbol. Y durante los últimos días he leído a mi hijo la adaptación al fútbol de cuentos tradicionales realizada por un padre que explicaba cuentos a sus hijos.
«Todo surgió en alguna de esas noches de la infancia de mis hijos. Del relato nocturno pasaron a la escritura. Siempre he sabido acerca del valor intrínseco de los cuentos».
Miquel Nadal, en «La previa» de «Soñar goles».
Las adaptaciones realizadas tienen muchos elementos a destacar. Por un lado, pensar que no es nada fácil coger cualquiera de los cuentos citados y traspasarlos al entorno futbolístico. Lo que ha hecho Miquel Nadal es de una creatividad y originalidad espectacular, ya que el nuevo desarrollo de las historias es muy atractivo.
Pero es que además consigue mantener la esencia del cuento y su función incorporando un claro mensaje en cada uno de ellos, una moraleja futbolística que incita a la reflexión, y que refleja un amplio conocimiento de la realidad del fútbol base.
«Es posible que estos cuentos nacieran en la acumulación de horas perdidas durante muchos fines de semana, cientos, siguiendo el fútbol infantil. Viendo que además de los sesenta minutos de juego y un concreto marcador, pasaban muchas más cosas que esas que refleja el frío guarismo de los números y las clasificaciones».
Así, encontramos referencias a padres gritones o que no muestran el apoyo que deberían a sus hijos, críticas a la excesiva competitividad que impera a veces en estas categorías, referencias a entrenadores que en lugar de dar ánimo a sus jugadores se limitan a verlos como meros números, alusiones a la falta de comprensión ante los sentimientos de los niños considerados suplentes…
En fin, todo un catálogo de mensajes que bajo la carcasa del cuento nos invitan a pensar si en realidad no estamos olvidando que el fútbol no debería ser más que un juego para los niños de determinadas edades.
«En muchas ocasiones lo importante del cuento no es el fútbol, que es la excusa, el hilo argumental. Es lo que se cuenta, una forma de transmitir valores. De educar. El tránsito íntimo de las luces apagadas de la habitación de mis hijos a plasmarlo en público en un cuento. Incluso en ocasiones me hago preguntas sobre si no puedo estar haciendo el ridículo».
Un libro, en definitiva, que todos los padres de niños futbolistas en edad benjamín, alevín e incluso infantíl deberían tener en la mesilla de noche, para ir leyendo conjuntamente estas magníficas y emotivas historias. Una obra, además, acompañada de unas fantásticas, poderosas y contundentes ilustraciones obra de Luis Galbis que son una delicia visual.
Y ahora que la Navidad se acerca yo apuntaría este libro en una lista de posibles regalos.
FICHA TÉCNICA
Soñar goles. Fútbol (y cuentos) de padres a hijos
Miquel Nadal | 80 páginas | Estar en un núvol, núm. 1. 14 ilustraciones a color de Luis Galbis
MIQUEL NADAL TÀRREGA (Valencia, 1962) es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia. Escritor. En materia deportiva, es autor de El nacimiento de la ciudad deportiva. La Valencia de hurras y alirones y cofundador y responsable del blog Últimes Vesprades a Mestalla.
LUIS GALBIS FUSTER (Valencia, 1984) es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia y tiene un máster en ilustración y diseño.
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