Ya tenemos aquí el nuevo año: el 2017. Cuando era niño, yo que nací cuando 1984 todavía olía a futuro lejano, una cifra como esa -2017- no es que sonara a ciencia-ficción, no. Sonaba a lo que hay más allá de la ciencia-ficción, las puertas de Tanhauser y los pliegues espacio-temporales de los agujeros-gusano.
Vaya, que podías jugar a imaginar cómo sería la vida en aquel año taaaaaaaaaaaannnnn lejano.
Y ahora, mira por dónde, ya lo tenemos aquí. Y para no romper con la tradición se trata de estrenarlo poniendo en marcha la habitual lista de deseos a los que tan aficionados somos los humanos cada vez que estrenamos un nuevo calendario.
Así que a continuación procedo a trasladaros la relación, agrupada por secciones y capítulos y notas a pie de página (cuando proceda) sobre las perspectivas… Tranquilos, no sufráis. Como podéis suponer, en el caso de este modesto Fútbol Club de Lectura lo que se espera para el próximo año es breve: poder seguir disfrutando de ese equipazo que forman los libros y el fútbol.
Y para comenzar, veamos como juega el día 1 de enero en la literatura futbolera de la mano de «Mercado de invierno«, de Philip Kerr.
Este año no es distinto. Nos enfrentamos al Chelsea el 26, lo cual significa que el día de Navidad a primera hora, cuando el noventa y nueve por ciento del país esté abriendo regalos, yendo a la iglesia, viendo la tele delante de una agradable hoguera o simplemente emborrachándose, nosotros estaremos en la ciudad deportiva de Hangman’s Wood, en Thurrock. Dos días después, el 28, tenemos otra salida a Newcastle, antes de un partido en casa contra el Tottenham Hotspur en Año Nuevo. Tres encuentros en siete días. Eso no es deporte, eso es un puto Ironman. Cuando la gente del mundo del fútbol profesional habla de lo bonito que es este deporte, normalmente no contempla las vacaciones navideñas. Y siempre que recuerdo esa historia de la revista Boy’s Own sobre un partido de fútbol amistoso disputado en tierra de nadie durante la Primera Guerra Mundial por soldados británicos y alemanes, pienso para mis adentros: “Sí, ya quisiera yo verlos con un portero en baja forma y alineando a un centrocampista gilipollas y holgazán que espera fichar por otro club para duplicar su ficha ya de por sí astronómica en el mercado de invierno”.