FutBlog capítulo 14: tres emisoras de radio en cuatro días o el influjo de Cachimoco Farfán

 

Hacía algún tiempo que la sección más paranormal de este blog –FutBlog. Sucesos paranormales del fútbol y la literatura– estaba en estado catatónico. La causa de ello no era que de repente me hubieran dejado de suceder episodios dignos de la versión más avanzada de “Poltergeist”. Ni mucho menos, puesto que el territorio en el que fútbol y literatura se transforman en vivencias inexplicables continúa siendo fértil. La realidad es que si durante todo este tiempo no he explicado anécdota alguna ha sido, simple y llanamente, por falta de tiempo. Pero hoy regreso para contaros la última. Una nueva carambola del destino que me ha enviado, esta vez, por las etéreas ondas radiofónicas.

El caso es que mi relación con el mundo radiofónico –desde un punto de vista futbolístico-literario- era, hasta hace un tiempo, más bien escasa, por no decir nula. Para ser más exactos, mi único nexo de unión con el tridente fútbol-libros-radio se limitaba al disfrute de la locución que el peculiar Cachimoco Farfán hacía desde las páginas de “El fantasista”, de Hernán Rivera Letelier.

Sin embargo, hace unos meses participé en el programa l’Alambí, un programa dedicado a la novela negra de una emisora local, Bellvei Rádio, cuyo conductor es Ramon Valls, un autor con varias obras de este género publicadas. Mi intervención, como no podía ser de otra manera, consistió en ofrecer algunos ejemplos de lecturas de esta temática en las que el fútbol estuviera por medio. Los ejemplos son abundantes, y por citar algunos hablé de “El delantero centro fue asesinado al atardecer” de Manuel Vázquez Montalbán, de la trilogía de Philip Kerr protagonizada por Scott Manson, de “Las cuatro torres” de Leandro Pérez, o de “El último milagro”, de Horacio Convertini, entre otros.

 

 

Tras ese día, mi presencia radiofónica volvió a sumirse en el más absoluto de los vacíos, hasta que recibí la interesante oportunidad que se me brindaba desde el programa “Pase de Página”, dedicado a hablar de fútbol y cultura, conducido por Jorge Arroyo y que se emite los miércoles, cada quince días, a través de la emisora del Sevilla FC. Aunque soy un desastre para las fechas, recuerdo perfectamente qué día se produjo mi debut en el citado programa: el 24 de enero de 2018. Lo recuerdo porque coincidía con el cumpleaños de mi hijo. Desde entonces, creo que ya son siete u ocho los programas en los que he tenido la ocasión de hacer una modesta colaboración.

Pase de Página” me ha abierto la puerta a saltar al terreno de juego de las ondas de una forma más o menos estable. Y, al mismo tiempo, y ahora viene lo paranormal, es posible que haya invocado al espíritu del submundo hertziano que, durante los últimos días, se ha mostrado caprichosamente interesado en mi presencia.

¿Por qué digo esto? Pues porque después de años de no tener contacto alguno con el mundo de la radio, en tan solo cuatro días lo he tenido, para hablar de fútbol y literatura… ¡con tres emisoras diferentes!

 

El primer contacto se produjo como consecuencia de la publicación del libro “Recuerdos con historia”, de la Agrupación de Veteranos de la UE Cornellà, en el que he hecho de coordinador junto a mi compañero y amigo Jordi Jiménez Gamero (Jorge Gamero). El acto se celebró el martes día 17, y desde Ràdio Cornellà, la emisora local, nos invitaron a participar en el programa que harían el domingo 22 con motivo de los actos de la Diada de Sant Jordi. Mi amigo, esa mañana, la tenía ocupada, y yo, por una curiosa carambola, la tenía libre, lo que me permitió poder hablar durante unos minutos acerca del libro en cuestión.

El día siguiente era lunes 23, Diada de Sant Jordi y Día del Libro. El responsable de “La Calaixera”, un programa de radio local del lugar en el que vivo, pidió poder hacer el especial desde la biblioteca pública Terra Baixa del Vendrell, en la que estoy empleado. Se hablaría, evidentemente, de libros, y tuve la ocasión de participar hablando, cómo no, de novedades literarias… futboleras. O sea: dos días, dos programas.

Y dos días después, el miércoles 25, y como cada quince días, tocaba programa “Pase de Página”. Mi colaboración, en esa ocasión, consistió en una referencia a la afición por la numerología de Johan Cruyff. Tercera aparición en cuatro días.

 

 

Como no tengo la capacidad de oratoria de Cachimoco, será mejor que le ceda a él la palabra y que os deje con un fragmento que demuestra las posibilidades de trasladar el mundo de la narración radiofónica del fútbol al campo de la literatura:

 

¡Ya es casi mediodía en la pampa, señora, señor, enfermos míos; ya casi son las doce de este domingo 2 de noviembre y el calor aquí es infernal, los jotes están cayendo asados y las moscas llegan a chirriar en las calaminas ardientes; sí, amables radioescuchas, el azul del cielo llega a doler en los ojos de puro luminoso y el puto sol hemofílico del desierto está picando como sólo pica el puto sol hemofílico del desierto, y aquí me encuentro yo, Cachimoco Farfán, transmitiendo en onda corta y en onda larga para todos ustedes, llevándoles los instantes previos al último partido entre las selecciones de María Elena y Coya Sur, entre los Cometierra y los Comemuertos, el más famoso clásico salitrero de todos los tiempos, partido que está programado, si Dios no dispone otra cosa, para las cuatro de la tarde, hora en que, como todo el mundo sabe, comienzan a arreciar los más tierrosos vientos de la pampa, y aunque aún faltan cuatro horas y cinco minutos exactos, según el reloj de la pulpería, aunque aún falta todo ese tiempo para que el señor árbitro dé el pitazo inicial, ya vemos cómo desde el campamento comienza a llegar público a la cancha, comienzan a llegar en primer lugar los perros de siempre, los primeros niños y los primeros vendedores ambulantes…