Blade Runner y el fútbol

El pasado 25 de junio se cumplieron 40 años del estreno de una de mis películas favoritas: Blade Runner, de Ridley Scott. Como homenaje, dediqué la sección de literatura deportiva del Radioestadio Catalunya de Albert Arranz, en Onda Cero Catalunya, del pasado miércoles, a citar algunos ejemplos de la influencia que la película ha ejercido en la literatura y el periodismo deportivo. Porque, pese a tratarse de un film que nada tiene que ver con el deporte, haberlas haylas.

Como introducción, comentar que Blade Runner está inspirada en la novela de ciencia ficción ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, escrita por Philip K. Dick, uno de los grandes del género, en 1968.

Como decía al principio, la película no tiene nada que ver con el mundo del deporte, aunque sí aparecen dos momentos más o menos deportivos. El primero de ellos tiene que ver con la partida de ajedrez que dos de los personajes, el ingeniero J. F. Sebastian y Tyrell, responsable de la corporación del mismo nombre, están jugando.

Mientras que el segundo momento se produce durante la persecución final, cuando el replicante Roy Batty acusa de «comportamiento antideportivo» a Deckard, su perseguidor, interpretado por Harrison Ford.

Pero si hay dos elementos que han dejado una profunda influencia tanto en la literatrua como en el periodismo deportivo han sido, por un lado, el título de la novela, el citado ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Y, por otro, el monólogo de la inolvidable escena final:

«Yo… he visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán… en el tiempo… como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”.

Pues bien. A continuación veremos algunos ejemplos de utilización de este tipo de referencias a la película, al título del libro o al monólogo final.

Referencias a la película

Comenzamos por la que encontramos en la novela El delantero centro fue asesinado al atardecer, de Manuel Vázquez Montalbán, una obra imprescindible para los amantes de la novela negra y de la literatura futbolera. Allí, sin que el título de la película sea nombrado, aparece el siguiente fragmento:

“Recordó de pronto una película de ciencia ficción que había visto hacía algún tiempo, entre tinieblas de una ciudad contaminada los héroes se persiguen y se matan, una batalla entre hombres y robots de apariencia humana…”

Y otro ejemplo es el que aparece en la novela Blai Grana, de Alfred Picó (no confundir con Alfred Rodríguez Picó), en el que leemos:

– La Plaça Catalunya està igual –es va queixar l’Arnau.

– No del tot –el vaig corregir-. Mira amunt. La plaça té sostre. En el futur deu ploure molt, com a la pel·lícula Blade Runner.

Referencias al título de la novela

Como decía al principio, Blade Runner está inspirada en la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, un título que ha sido aprovechado y utilizado en numerosos textos. Por ejemplo, en un interesante artículo escrito en el 2015 por el jurista José Luis Pérez Triviño, en el que además de hacer numerosas referencias a la película habla de los problemas de tipo jurídico que se plantearían en el supuesto de que, un día, humanos y androides disputasen un partido. Y el título que pone a su texto es: ¿Sueñan los androides con jugar al fútbol?

Y en la misma línea tenemos un relato corto firmado por Antonio Valderrama. Situado en un futuro año 2199, en el que androides y robots están a punto de disputar un partido, encontramos el atractivo título de Sueñan los androides con gambetas mecánicas.

Imagen de www.elpais.com

Referencias al monólogo final

En cuanto a las referencias al monólogo del final de la películas, encontramos una en El intruso, de Daniel Vázquez Sallés, hijo de Manuel Vázquez Montalbán, que como su padre quiso rendir un homenaje al film. Y, también como su padre, lo hizo sin citar el título.

«Yo… he visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán… en el tiempo… como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir». Con todos ustedes, el presidente Roy Batty –susurró Memé con la boca pequeña, un rumor que sonó a ruido e interrumpió el discurso presidencial”.

En Las cuatro torres, novela escrita por Leandro Pérez en 2014, una novela de suspense muy recomendable, también encontramos un homenaje a la película y su escena final:

“La memoria, caprichosa y volátil, le recordaba el monólogo del replicante de Blade Runner: “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”.

Y otra alusión al fragmento final la encontramos en el interesantísimo ensayo Los 7 pecados capitales del fútbol, de José Manuel Campillo, una obra llena de referencias literarias, cinematográficas y de muchos otros ámbitos. En uno de sus apartados, mientras habla de fenotipos y memes, dice:

«El filosofo Soren Kierkegaard es un meme, el cumpleaños de Parchís es otro y el balón de Mikasa, también lo es. Algunos pasarán a la posteridad, pero otros “se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia».

La dimensión de este monólogo final la encontramos también en numerosos artículos deportivos, en los que se hace servir con finalidades diversas. Por ejemplo, en este artículo publicado en la Revista Líbero, Alberto Cabello escribe lo siguiente hablando del gran Mágico González:

“Yo he visto en el Carranza cosas que vosotros no creeríais, he visto vaselinas dentro del área, he visto desde la Puerta de Fondo Norte a un portero ir hasta el centro del campo a darle la mano después de marcarle un gol”.

O este otro fragmento de Sphera Sports, en el que se habla de la despedida del estadio Vicente Calderón:

«El cielo se abrió para recordarnos que este partido era una despedida, que el escenario de nuestros recuerdos echaba el cierre. Llegó para que todos sepan que en ese campo hemos visto cosas que no creeríais. Pero que nuestros recuerdos del querido Vicente Calderón nunca se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia, aunque sea su hora de morir».

Referencias al título de la novela y al monólogo final

Y llegamos al conjunto de mis referencias favoritas. Son las de gente tan apasionada como yo por esta película, y que no tienen suficiente con mencionar el título o el fragmento final, sino que necesitan citarlos a los dos. Veamos un par de ejemplos.

Manolo Piera, en un artículo dedicado al futuro del Hércules, además de incluir numerosas referencias explícitas al film, titula su texto con un descriptivo ¿Sueñan los androides con goles eléctricos?, además de añadir la siguiente alusión al monólogo final:

“… por si acaso, salgo de casa ensayando mi soliloquio camino del trabajo: «He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar al Barça jugando con diez; mantener la categoría en la última jornada ganando en el Bernabéu. He visto a Kempes marcar un gol olímpico y relucir con su melena negra al viento más allá de las puertas del Rico Pérez».

Y un último ejemplo en el que se llega a comparar al Celta de Vigo con el modelo de androides de la película, los Nexus 6, cuando el periodista Armando Álvarez escribe un artículo titulado ¿Sueña el Celta con goles eléctricos?, incluyendo, también, la siguiente referencia final:

«Este Celta, o sea, es como el androide nexus de «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?», la novela de Philip K. Dick en la que Ridley_Scott basó su «Blade Runner». Parecen vivos, ellos mismos creen estarlo, pero lo suyo no es más que un delirio artificial. ¿Ha visto Pepe Murcia cosas que no creeríamos? ¿Atacar naves en llamas más allá de Orión? ¿Ha visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser? ¿Se perderán en el tiempo todos esos momentos, como lágrimas en la lluvia? Y lo que es más importante: ¿Sueña el Celta con goles eléctricos?»

Imagen de www.as.com

Podéis escuchar el audio del programa haciendo clic aquí.

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