«Verde que te quiero verde, verde césped en la portada…»

 

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Imagen de Mordillo

 

Seguramente, todos hemos comprado alguna vez un libro por su portada. Las cubiertas, a las que no siempre se otorga la importancia que merecen, son el primer contacto con el posible lector. Muchas veces la imagen que muestran guarda una relación directa con el contenido, y pretende ser un primer indicio de lo que encontraremos en las páginas del interior. En otros casos, aún no teniendo una gran relación con el objeto de la obra, ejercen una tremenda atracción sobre nosotros.

Es habitual que en las publicaciones de determinadas temáticas predomine un color. Por ejemplo, el negro es el más habitual en las obras de género criminal. Es difícil que en una novela de piratas no aparezca el azul del océano, o que en una historia ambientada en la nieve no se utilice el blanco. Si hay sangre, el rojo. Y si hay fútbol… ¿Está claro, verdad? El verde.

Esto, evidentemente, no siempre es así, y existen numerosas obras futboleras en las que la portada no siempre recurre a la utilización del color del césped. Sin embargo, existen muchas otras en las que sí es el protagonista del fondo de la portada. Y, como se suele decir, como muestra… unas cuantas. Aquí tenéis una recopilación de portadas en las que el color de fondo predominante es el verde.

 

Rafa Cabeleira: «Alienación indebida«.

Círculo de Tiza, 2018

 

 


Wilmar Cabrera: «Los fantasmas de Sarrià visten de chándal«.

Milenio, 2012

 

 


Luis Cantarero: «Diario de campo de un psicólogo en un club de fútbol«. 

Ediciones Pregunta, 2017

 

 


 

Horacio Convertini: «El último milagro«.

Barrett, 2017

 

 


 

Simon Critchley: «En qué pensamos cuando pensamos en fútbol«.

Sexto Piso, 2018

 


 

Wenceslao Fernández Flórez: «De portería a portería«, 1957

 


 

Roberto Fontanarrosa: «Puro fútbol«.

Ediciones de la Flor, 2002

 

 


 

Manuel Mandianes: «El fútbol (no) es así«

Sotelo Blanco, 2015

 

 


 

Víctor Panicello: «7000 metres quadrats de gespa«.

Estrella Polar, 2015

 


 

Dante Panzieri: «Fútbol. Dinámica de lo impensado«

Capitán Swing, 2012

 

 


 

Galder Reguera y Carlos Marañón:

«Quedará la ilusión. Una correspondencia durante el Mundial de Rusia«

Libros del K.O., 2019

 

 


 

Galder Reguera: «La vida en fuera de juego«

Literatura SM, 2019

 

 


 

Manuel Rodríguez García: «De fútbol y de hombres«

Ushuaia, 2016

 

 


 

Antonio Skármeta: «El arquero de los Andes«

Editorial Sudamericana, 2013

 

 


 

Javier Tebas y Pedro Torrens: «El fútbol no es así«

Titano Ediciones, 2014

 

 


 

VV. AA: «El futbol és així«.

Edicions Xandri, 2018

 


 

Edgardo Marín: «Centenario historia total del fútbol chileno: 1895-1995»

Editores REI, 1995

 

 

 

11 Intelectuales futboleros versus 11 intelectuales antifutbol

 

Viñeta de Forges

Como soy un tipo transversal, puedo decir que tengo amigos a quienes el fútbol no le interesa lo más mínimo. Que alguno de ellos tenga ese defecto tampoco es que me afecte demasiado, la verdad. Cada cuál tiene los gustos que tiene. A mi tampoco me gusta el queso y no por ello me han retirado la palabra mis colegas talibanes del roquefort. Aunque, ahora que lo pienso, jamás me invitan cuando celebran algo en una fondue.

Más que la desafección por el fútbol, me preocupa más el desinterés por la literatura futbolera de alguno de los más lectores. Aquí es donde me brota la vena peleona y acabo cayendo en discusiones literarias para intentar convencerles de su gran error. Ellos, normalmente, siempre recurren a lo mismo: «A Borges tampoco le gustaba el fútbol. Y, de rebote, seguro que no leía nada que tuviera que ver con ello«.

Hoy me he despertado con ganas de convencer al personal antiliteratura futbolera. Para ello, voy a utilizar la psicología inversa, a ver si de esa manera consigo algún adepto para la causa. En lugar de la típica alineación con los once autores de literatura futbolera, lo que he hecho ha sido convocar a once autores a los que el fútbol NO les interesa para nada. Con ellos sobre el terreno de juego, he montado un partido en el que los enfrento a once autores que sí son futboleros.

No he seguido ningún criterio especial a la hora de escoger ni a unos ni a otros. Afortunadamente, cuesta bastante más encontrar intelectuales antifútbol que a favor. En el caso de los favorables, podría haber escogido muchísimas otras citas. Las elegidas se deben únicamente a la intervención del azar.

A continuación, las alineaciones:

 

 

1. Jorge Luis Borges

«El fútbol despierta las peores pasiones. Despierta sobre todo lo que es peor en estos tiempos, que es el nacionalismo referido al deporte, porque la gente cree que va a ver un deporte, pero no es así».

2. Fernando Savater

«El espectador de fútbol no hace incesantemente más que perder. Mientras los equipos juegan, pierde los nervios; cuando su equipo es derrotado, pierde la compostura y la decencia; pero si su tribu vence, él pierde la cabeza».

3. Salvador Pániker

«¿Fútbol? ¡Panem et circenses! Es un negocio desmesurado y aborregante. En él se descansa de las ocupaciones del día, pero también es un lugar donde conseguirse una identidad colectiva: esta adhesión a un equipo es una necesidad antropológica. Poderte enajenar es un descanso ontológico, y los intelectuales han encontrado su coartada al culturizar el fútbol, con lo que además aparentan democratizarse».

4. Fernando Sánchez-Dragó

«Los adultos aficionados a ese deporte –a verlo, no a practicarlo– son personas que no han crecido. Adolescentes perpetuos, como lo son hoy casi todos los seres humanos. Vivimos en un mundo infantil. Basta encender la tele o ver lo que, excepciones aparte, se lee para comprobarlo».

5. Alejandro Jodorowsky

«Por un lado, canaliza el instinto gregario nacionalista, sirviendo de catarsis a los impulsos guerreros primitivos. Esto satisface el espíritu competitivo de los hombres de conciencia poco desarrollada. Sin embargo cabe preguntarse el porqué de esta inmensa atracción hacia el futbol, sobrepasando a las otras actividades deportivas. Creo poder explicarlo: el ser humano, al mismo tiempo que es atraído por impulsos cavernarios, también es objeto de una fascinación por lo sagrado. Y el futbol reúne estos dos aspectos».

6. Umberto Eco

«Yo no odio al futbol, yo odio a los apasionados del futbol. El aficionado tiene una extraña característica: no entiende por qué tú no eres aficionado, e insiste en hablar contigo como si tú lo fueras».

7. Óscar Wilde

«El rugby es un juego de bárbaros practicado por caballeros; el futbol, un juego de caballeros practicado por bárbaros».

8. Fernando Marías

«El aborregamiento del fútbol es evidente. Recelo cuando veo que todos se visten igual y gritan las mismas consignas enclaustradas y obsoletas. La psicología de masas del fascismo juega un papel en toda esa agitación. Aunque lo más molesto es el ruido: mi partido ideal sería en blanco y negro, en «fast-forward» y con Chaplin entre los jugadores».

9. Juan José Sebreli

«El acto de patear una pelota es ya de por sí esencialmente agresivo y crea un sentimiento de poder, amén de que la picardía de vencer al adversario basada en la trampa, la mentira, el disimulo, la zancadilla, tan alabada por todos los apologistas del fútbol como una forma de inteligencia natural y espontánea, no es sino una característica de la personalidad autoritaria».

10. Guillermo Cabrera Infante

«Ese juego nefasto incita a la violencia porque es violento en sí mismo: se juega con los pies, y pocos movimientos hay tan feroces como el que supone dar una patada».

11. George Orwell

«Hay ya bastantes causas reales de conflicto para que además las incrementemos incitando a los jóvenes a darse patadas en las tibias en medio del rugido de los espectadores enfurecidos».

 

 

1. Camilo José Cela

«El intelectual debe interesarse por todo lo que está vivo, y el fútbol lo está».

2. J. B. Priestly

«Decir que pagaron para ver a 22 mercenarios dar patadas a un balón es como decir que un violín es madera y tripa, y Hamlet papel y tinta».

3. Gabriel García Márquez

«No creo haber perdido nada con este irrevocable ingreso que hoy hago públicamente a la santa hermandad de los hinchas. Lo único que deseo ahora es convertir a alguien».

4. Dante Panzieri

 «Asociar el fútbol a las letras y las artes puede parecer irrespetuoso, pero, operando siempre sobre el supuesto de que fútbol y deporte son integrantes del hombre lúdico que juega cuando cultiva su intelecto en aquello que le divierte, la asociación de fútbol y humanismo intelectual no parece tan disparatada».

 5. Ricardo Piglia

«Estoy siempre más atento a los jugadores que a los equipos, a las individualidades más que a la disposición táctica. En el fútbol, como en la literatura, lo que interesa es la creatividad y el estilo».

6. Juan Cruz

«El fútbol no es una tontería y no es tan solo un juego en el campo, es un juego de metáforas que luego tienen un correlato en la escritura».

7. Santiago Segurola

«Los grandes países futbolísticos son aquellos que tienen un gran discurso literario».

8. Manuel Rivas

«Yo tampoco sé si el fútbol puede ser definido como arte, pero sí que estoy seguro de que el irlandés Best era un artista. Tenía ideas en la cabeza, ponía todo el cuerpo en vilo, y conseguía transmitirlas hasta la punta de los dos pies».

9. Almudena Grandes

«El fútbol es como la vida, una educación sentimental. Pretender que sea algo banal sería como trivializar la vida misma. Esa idea de que el fútbol atonta a la gente y aliena a las personas en una sociedad con esta degradación me parece estúpida, hay cosas mucho peores».

10. Santiago Roncagliolo

«El fútbol es el máximo teatro de nuestra identidad. Es donde todos ponemos en juego en un escenario lo que somos, lo que deseamos, lo que aspiramos como sociedad. Además, es estéticamente hermoso ver los movimientos de los equipos».

11. Laura Restrepo

«Para mí Pelé ha sido un dios, Chilavert un papá, Maradona un ídolo, Batistuta un amor imposible, el Palomo Usuriaga un sex symbol, el Pibe Valderrama un hermano y Ronaldinho Gaúcho -meu mininho mais lindo-, el otro hijo que siempre quise tener».