Jugadores de futbolín en portadas de libros de fútbol

 

El “futbolín” es, seguramente, el mejor sucedáneo que existe del fútbol.

Fue inventado por Alejandro Finisterre, un personaje con una vida increíble que podemos seguir en una más que recomendable novela gráfica de Alessio Spataro y cuyo título es, justamente, “Futbolín”.

Futbolín” (o “Metegol”, en Argentina) es también una historia de Eduardo Sacheri basada en el cuento “Memorias de un wing derecho” de Roberto Fontanarrosa. El texto fue convertido en película del mismo título en el 2013, con dirección de José Campanella.

Y el futbolín y, muy especialmente, los jugadores de futbolín, han sido uno de los motivos más utilizados en las portadas de los libros de literatura futbolera. En este artículo comparto 20 portadas que he conseguido ir reuniendo con el tiempo. Si conocéis alguna más estaré encantado de incorporarla a esta modesta exposición.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(Cartel de la película «Rivales» de Fernando Colomo (2008)

 

 

«Pantera negra», de Joan Gols i Camp (alter ego de Jordi de Manuel). Proa, 2004

 

 

Un día, el escritor Jordi de Manuel recibe un misterioso sobre de parte de un tal Joan Gols i Camp. En su interior, un disquete con un único archivo en el que el autor explica que un día, tras ser el afortunado acertante de una quiniela, decide dejarlo todo para dedicarse a su pasión, el fútbol, pero haciéndolo de una manera especial: conociendo sus escenarios y a sus protagonistas.

Tras una experiencia mística en el campo del Athletic de Bilbao (en la Catedral, como no podía ser de otra manera) decide escribir el libro que tenemos entre las manos. Se trata de una obra dividida en once fábulas y cuya estructura nos permite leerla como si estuviéramos leyendo un auténtico partido de fútbol: ‘Avantmatx’ (previa del partido), ‘Escalfament’ (calentamiento), ‘Primera part’, ‘Mitja part (Descans)’, ‘Segona part’ (segunda parte), ‘Pròrroga i penals’ (prórroga y penaltis) y ‘Bany i massatge’ (baño y masaje).

“Dues hores després, quan duia llegida la primera part i el descans, vaig adornar-me, amb la certesa aclaparadora pròpia dels descobriments, que aquell document –aquell “partit”- era una càrrega de profunditat contra un fet que ens ha vingut imposat, un fenomen que s’immisceix sense permís a les nostres vides tan bon punt arribem al món.

(“Dos horas después, cuando llevaba leídas la primera parte y el descanso, me dí cuenta, con la abrumadora certeza propia de los descubrimientos, que aquel documento –aquel “partido”- era una carga de profundidad contra un hecho que nos ha sido impuesto, un fenómeno que se inmiscuye sin permiso en nuestras vidas nada más llegar al mundo”).

Jordi de Manuel en el “Prólogo”

Lev Yashin: imagen de www.lcdjuanfutbol.com

Esta es la futbolística estructura que encontramos en “Pantera Negra”, el libro que Jordi de Manuel decide hacer público con el material recibido de Joan Gols i Camp. Un libro publicado en el 2004 por la Editorial Proa y que fue premiado con el VII Premi Literari de Prosa de Ficció de l’Ajuntament de Sant Just Desvern. Once relatos que constituyen una magnífica aproximación a las posibilidades del fútbol como materia literaria.

Hay quien aún piensa que bajo la zona que con mayor intensidad iluminan los libros que hablan sobre fútbol tan solo encontraremos historias sobre partidos, sobre jugadores, sobre equipos y, en última instancia, sobre goles. Que más allá de las líneas que delimitan el terreno de juego de la literatura futbolera la atractiva alfombra del césped se queda sin semillas y ya no encontraremos más que aridez.

Por suerte, quienes hemos sido inoculados por el virus del fútbol y la literatura sabemos que eso no es así. Que el fútbol es un rico, complejo y variado universo en el que la creatividad literaria asoma cada vez más a menudo. Y la colección de relatos de “Pantera negra” es una demostración de ello, puesto que lo que va emergiendo entre sus páginas es una original aproximación a este mundo desde inesperadas y sorprendentes perspectivas.

“Per això vaig plantejar el text com una gran final, i el vaig dividir en les parts d’un partit. Vaig trobar que era la manera de retre un modest homenatge a les meves dues passions: el futbol i la literatura».

(Por eso planteé el texto como una gran final, y lo dividí en las partes de un partido. Me pareció que era la manera de rendir un modesto homenaje a mis dos pasiones: el fútbol y la literatura)

Joan Gols i Camp, en “Avantmatx” (“Previa del partido”)

Imagen de www.victorcalleporteros.blogspot.com

Tal y como podemos leer en la contraportada del libro, por las páginas de “Pantera negra” desfilan “señoras de la limpieza de los vestuarios, linieres y árbitros apalizados, jugadores acabados, abuelos de hooligans de nueve años, políticos rejuvenecidos, mossos d’esquadra encargados de la vigilancia de los estadios, entrenadores incomprendidos y amas de casa que están hasta el gorro de todo”. Por si fuera poco, también encontramos una historia llena de erotismo y sexo, los extraños negocios que se cuecen en las tribunas de los estadios e incluso un crimen en un vestuario.

Y todo ello con el nexo común del personaje que da título al libro, ‘Pantera Negra’, el portero de fútbol más genial de los últimos tiempos, quien actúa como vínculo de la mayoría de los relatos y a quien vamos encontrando como si estuviera practicando su juego preferido de la infancia: la xarranca (la rayuela).

Una xarranca, por cierto, que se convierte en la portada de “Orsai”, otra recopilación de relatos futboleros de Jordi de Manuel en los que también aparece el personaje de Pantera Negra.

“L’encontre estava a punt de començar. L’androide que feia d’àrbitre realitzava el sorteig de camp amb els capitans. Els encarregats de manteniment s’afanyaven a acoblar els liniers, dues petites esferes que corrien per uns rails paral·lels a cada banda del camp. Cada jutge de banda estava equipat amb un sistema de sensors fotoelèctrics que enviaven informació sense parar al cervell positrònic del col·legiat. La transmissió i el processament de dades es realitzava en nanosegons”.

(“El encuentro estaba a punto de comenzar. El androide que hacía de árbitro realizaba el sorteo de campo entre los capitanes. Los encargados del mantenimiento se apresuraban a acoplar los linieres, dos pequeñas esferas que corrían por unos raíles paralelos en cada lado del campo. Cada juez de banda estaba equipado con un sistema de sensores fotoeléctricos que enviaban sin cesar información al cerebro positrónico del colegiado. La transmisión y el procesamiento de datos se realizaba en nanosegundos”).

Fragmento de “Llotja” («Tribuna»).

Me gusta particularmente este juego de “paredes literarias” (de hecho, se trata de una de las secciones que hace tiempo introduje en este blog, y tengo pendiente de publicación un artículo al respecto), de combinaciones entre relatos, puesto que añaden matices y enriquecen la trama y permiten complementar el contenido.

Además, su autor demuestra un gran conocimiento de los entresijos del mundo del fútbol, especialmente del correspondiente a una época en la que existían unos gestos que hoy día han desaparecido, como la línea que dibujaban los porteros en su área al inicio de cada encuentro, un curioso ritual al que el cambio en las superficies (hierba artificial por tierra) ha hecho desaparecer por completo.

Portada Pantera negra

Así, mediante fugaces apariciones desde diferentes y múltiples perspectivas, Pantera Negra hace de palanca de una rica intertextualidad que llena de lectura de líneas de pase que generan continuas oportunidades de gol. En el relato “Crim al vestidor blanc-i-blau” (“Crimen en el vestuario blanquiazul”) aparece un personaje, Dariusz Kandinsky, cuyo nombre remite claramente al mundo del arte y, más en concreto, a la abstracción. Pero mi sensación es que “Pantera Negra” tiene más de cubista que de abstracto, por su intención de acercarse a situaciones con continuos puntos de conexión pero llegando hasta ellas desde puntos diferentes.

“Mira que en veig de partits al llarg de l’any –arran de gespa-, però no m’acaba de fer el pes, aquest esport. El trobo poc organitzat, massa anàrquic: li manca ordre i disciplina. En canvi, al meu company, l’Arnau, li encantava. “

(“Mira que llego a ver partidos a lo largo del año –a pie de césped-, pero no me acaba de convencer, este deporte. Lo encuentro poco organizado, demasiado anárquico: le falta orden y disciplina. En cambio, a mi compañero Arnau, le encantaba”).

Fragmento de “Mosso”

Imagen de Ramón Masats

El personaje de Pantera Negra también me ha hecho pensar que quizá nos encontramos ante una especie de Bartleby futbolero, por su continuo preferir estar en un algún lugar diferente al de una portería de fútbol y haciendo algo distinto a intentar detener balones. Sin embargo, a Pantera negra lo encontramos en los diferentes escenarios que dibujan los relatos del libro, siempre en torno a un estadio de fútbol. Si pudiéramos preguntarle, seguramente respondería que “preferiría no estar en ellos”, cosa que afortunadamente no sucede, puesto que su presencia continua a lo largo de las páginas del libro nos permiten disfrutar de un auténtico festival de literatura futbolera.

Estamos, en definitiva, ante un catálogo de originales aproximaciones al mundo del fútbol, desde perspectivas diferentes a las habituales, demostrando que la galaxia balompié puede ser una gran fuente de material literario.

Imagen de www.interartive.org

También hay una interesante componente profética en muchos aspectos de los relatos a los que el tiempo parece haber ido dando la razón o, cuando menos, parece que la tendencia irá por lo que en algunos casos se describe. Me refiero, por ejemplo, a la referencia en algún relato a las plataformas digitales y su influencia en el aforo de los estadios, a las posibles introducciones de nuevas normas en los partidos, o la situación de algunos relatos en fechas futuras. Se percibe de esta manera en el libro (publicado el 2004) que el autor es alguien muy cercano al mundo de la ciencia ficción (hay una referencia a “Fundación” de Isaac Asimov) apareciendo incluso la SCCF en una de las historias.

“No em sap greu confessar que durant els meus viatges vaig llegir molt, ni m’avergonyeix reconèixer que vaig fruir més amb novel·les de lladres i serenos, amb relats eròtics i amb narracions futuristes de ciència-ficció que amb cap altra cosa (fins i tot vaig entrar a formar part de la SCCFF, la societat catalana de ciència-ficció i fantasia, un ens virtual de dimensió summament fractal).

(“No me cuesta confesar que durante mis viajes leí mucho, ni me averguenza reconocer que disfruté más con novelas de ladrones y serenos, con relatos eróticos y narraciones futuristas de ciencia ficción que con ninguna otra cosa (incluso entré a formar parte de la SCCFF, la sociedad catalana de ciencia ficción y fantasía, un ente virtual de dimensión sumamente fractal”).

Joan Gols i Camp en «Avantmatx«

 

Imagen de www.colgadosporelfutbol.com

“Un dels entrenadors havia demanat temps mort, una regla del bàsquet que havien plagiat feia temps per al futbol. Durant un parell de minuts els jugadors descansaven i mitjançant el xip de comunicació que tots duien implantat al clatell rebien instruccions dels tècnics (que es trobaven a uns quants metres per sobre d’ells a les cabines mòbils).”

(“Uno de los entrenadores había pedido tiempo muerto, una regla del básquet que habían plagiado hacía tiempo para el fútbol. Durante un par de minutos los jugadores descansaban y mediante el chip de comunicación que todos tenían implantado en la nuca recibían instrucciones de los técnicos (que se encontraban a unos cuantos metros por encima de ellos en las cabinas móviles”).

 

Imagen de www.dw.com

Y todo ello aderezado con continuos toques de humor y con una crítica velada al mundo del fumbol frente al del auténtico fútbol.

“- A tu el que t’agrada no és el futbol, Florenci, a tu el que et fascina és el fumbol. Si no hi hagués tele, ni públic, ni cervesa, ni ganchitos, ni diaris esportius, ni Futbolnotícies, ni àrbitres per insultar, ni travesses, ni derbis, ni xats a FutbolNet, ni discussions amb els companys de la feina, ni eterns rivals, ni cracks que després fan figa, ni declaracions intel·ligents de directius, entrenadors i jugadors –ironitzà-. Si no hi hagués tot això, Florenci, series incapaç de gaudir d’un bon partit de futbol. No saps res de res d’aquest esport, ja no el pots reconèixer sense la merda que l’envolta –l’acusà ella amb la vena del coll inflada”.

(“- A ti lo que te gusta no es el fútbol, Florencio, a ti lo que te fascina es el fumbol Si no hubiera tele, ni público, ni cerveza, ni ganchitos, ni diarios deportivos, ni Futbolnotícias, ni árbitros a los que insultar, ni quinielas, ni derbis, ni chats en FutbolNet, ni discusiones con los compañeros de trabajo, ni eternos rivales, ni cracks que después se derriten, ni declaraciones inteligentes de directivos, entrenadores y jugadores –ironizó-. Si no hubiera todo eso, Florencia, serías incapaz de disfrutar de un buen partido de fútbol. No sabes nada de nada de este deporte, ya no eres capaz de reconocerlo sin toda la mierda que lo envuelve –lo acusó ella con la vena del cuello hinchada.”).

Fragmento de «Fins al barret» («Hasta el gorro«)

Carlo Carrá - Partido de fútbol

«Partido de fútbol», de Carlo Carrà (1934). Imagen de http://arelarte.blogspot.mx/2010/07/arte-y-deporte-homenaje-al-futbol.html

 

Un partido, en resumen, que se devora y en el que el tiempo de juego transcurre volando, por lo que nada más escuchar el pitido final nos entran ganas de rebobinar para revivir de nuevo las mejores jugadas del encuentro, que son muchas.

Y es que, como explica Jordi de Manuel en el prólogo a “Pantera Negra”:

“… som en una immensa pilota, dins la xarxa d’una porteria de dimensions incommensurables)”.

(«…nos encontramos en una inmensa pelota, dentro de la red de una portería de dimensiones inconmensurables»).

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MÁS INFORMACIÓN

En los siguientes enlaces encontraréis más información sobre el autor y su obra literaria relacionada con el fútbol.

  • Entrevista en L’Illa dels Llibres tras la presentación de «Orsai«, otra colección de relatos con el fútbol como temática principal.
  • Una aproximación al extraño Joan Gols i Camp.
  • Página dedicada a «Pantera negra» en la web del autor con enlaces a las reseñas publicadas en diferentes diarios.

 

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11 de setembre, Diada Nacional de Catalunya, y la literatura futbolera

 

Imagen de www.naciodigital.cat

 

Catalunya celebra hoy la Diada, su Fiesta Nacional. Se trata de una fecha con la que se conmemora la caída de Barcelona a manos de las tropas borbónicas del Duque de Berwick durante la Guerra de Sucesión Española de 1714. El 11 de septiembre de aquel año, tras catorce meses de asedio, Barcelona acabó cayendo en manos de los atacantes, una derrota que significó la abolición de las instituciones catalanas tras la promulgación de los Decretos de Nueva Planta del 1716.

Durante el día de hoy son numerosos los actos en recuerdos de aquellos sucesos históricos, con un marcado carácter simbólico y reivindicativo. Como colofón, una multitudinaria manifestación que durante los últimos años ha aumentado su dimensión (y cuyo último gran ejemplo fue el de la Vía Catalana de 2013 o la V de 2014) sirve como cierre del día.

El 11 de septiembre también tiene presencia en la literatura futbolera, de manera más o menos indirecta. En este artículo aprovecho para citar tres fragmentos en los que esa fecha aparece.

El primer fragmento corresponde a una conversación (que traduzco al español) entre Manel Serras y Ferran Ariño sobre “Barça i política”, publicada en el libro “Amb blau sofert i amb grana intens”, Editorial Proa, 1999.

 

MANEL SERRAS: “Echando un vistazo a la historia nos encontramos con situaciones de clara identificación del Barça con el sentido de catalanidad. Por ejemplo el junio de 1925, cuando Milans del Bosch, entonces capitán general de CAtalunya, cerró las Corts durante seis meses porque se había silbado al himno español, hubo una respuesta clara no solo de los socios, sino de la sociedad catalana que dio suporte económico a la entidad.

FERRAN ARIÑO: Pero era la consecuencia de otra cosa. Por aquel entonces el Barça era uno de los elementos que reflejaba aquella situación. Y suerte que era así. Pero ahora mucha gente, sobretodo los más jóvenes, piensan que el Barça era un activo elemento político. Y por sí mismo no lo ha estado nunca. En los boletines internos del Barça se explica que Pompeu Fabra dio clases de catalán a los socios, y se hacía una referencia habitual a los 11 de septiembre, y se convocaba a los socios a las manifestaciones, pero nadie se escandalizaba por todo ello. Era una entidad viva del país”.

Imagen de www.martiperarnau.com

 

El segundo fragmento es del capítulo “Cien años y un día”, de Manuel Vázquez Montalbán, que podemos encontrar en “Fútbol. Una religión en busca de un dios”, Debate, 2005.

 

 

 

“No hay que ver, pues, a Núñez como un dictador a la vieja usanza, defendiendo como gato panza arriba su pedestal civil, sino como un profeta de una nueva cosmovisión barcelonista en la que la vinculación nacional será un simple paisaje emocional para el 11 de septiembre, ni un minuto más. El Barça del futuro podrá estar formado por jugadores apátridas que en estos momentos ya deben de estar incubándose en laboratorios holandeses de ingeniería genética, alimentados, eso sí, con sueros aromatizados con pan con tomate artificial para que el globalizado público del futuro perciba el olor a pan con tomate nada más salir los jugadores al césped y se sienta por ello zoológicamente ratificado. Rafael Ribó ha anunciado el posnacionalismo, pero Núñez ha ido más allá al instalar al Barça en el mercado de los imaginarios sin fronteras. El día siguiente ha comenzado”.

 

Imagen de www.arasdehierba.wordpress.com

Y, por último, un tercer texto, un fragmento de “Elogio del centro del campo”, de Vicenç Villatoro, publicado en el libro “Cuando nunca perdíamos. 15 miradas sobre el Barça”, Alfaguara, 2011.

“Faltos de épica, hijos y nietos como mucho de una épica de derrotados, de perdedores de Ligas, como nos llamaba Félix de Azúa, entre el 11 de septiembre de 1714 y el 26 de enero de 1939, entre el anarquista de Terrassa y el señor de Terrassa, a los míos, a mi clase, a los que temíamos el lunes porque los castellanos de los carmelitanos eran del Madrid y se burlarían de nosotros y los catalanes de Can Culapi pensaban –entonces- que el fútbol era el opio del pueblo o el entretenimiento de los pobres, nos convenía que pasara finalmente lo que ha pasado, la entrada en la era no sé si llamarla mesiánica o messiánica. De Messi, claro.”